Editorial

«Los jóvenes son el futuro”, se escucha una y otra vez. “Ustedes son el presente”, les dijo el papa Francisco a los jóvenes en la Jornada Mundial de Panamá 2019, viendo a las nuevas generaciones como actores preponderantes del hoy de nuestras sociedades. Ninguna frase reemplaza a la otra sino más bien que se subrayan mutuamente, resaltando el valor que la juventud tiene para la construcción de una humanidad más fraterna.

No obstante, también es importante remarcar el rol que juega el pasado en la vida de estos muchachos y muchachas. Lo gritaron a los cuatro vientos quienes vivieron la reciente Fiesta de los Jóvenes en la Mariápolis Lía: “Nuestras raíces para una nueva historia”, rezaba el lema del evento, al que participaron alrededor de 300 personas provenientes del Cono Sur, más aquellos que están habitando la Ciudadela durante la Escuela de formación 2023, algunos de los cuales son oriundos de otros países del continente y del mundo.

“Mi historia, mis raíces, me permiten crecer; las raíces de los otros me ayudan a ser”, concluía el personaje principal de la obra de teatro que se presentó durante la Fiesta. La convicción con la que suena ese fragmento interpela, no sólo a quienes etariamente transcurren la primavera de la vida, sino a todos los que nos sentimos co-responsables de hacer florecer nuevas comunidades allí donde nos encontramos.

Este evento que desde hace 30 años se realiza en la Ciudadela de los Focolares en O’Higgins, provincia de Buenos Aires, y que está llegando a la edad adulta es fruto de ese recorrido en el que miles y miles de jóvenes aportaron su impronta, sus particularidades, sus esencias, su energía, sus sueños para hacer crecer y desarrollar siempre más la cultura del mundo unido, una cultura de la que la humanidad actual está sedienta.

Por eso cobran trascendencia todos los proyectos en los que están comprometidos estos mismos jóvenes, como los que podemos ver en estas mismas páginas, ya sea a través del estudio o de iniciativas que tienen que ver con construir la paz allí donde viven.

El último mes hemos quedado conmocionados por los atentados en Israel a manos de la organización Hamas y la virulenta respuesta del gobierno israelí sobre territorio palestino. Todos hechos condenables, que se han llevado la vida de miles de personas. Tierra Santa, y con ella todo el mundo, grita por la paz en medio de un profundo dolor. Esa paz que, aun estando lejos físicamente, la podemos generar a cada paso que damos y con cada persona que encontramos.

Para esta tarea no hay edad. Somos historia, somos presente y, todos juntos, estamos construyendo el futuro de la humanidad •

La paz con la fuerza de la juventud
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2 comentarios en «La paz con la fuerza de la juventud»

  1. Mira yo aunque tengo 73 años pasados me siento tan jóvenes como ustedes,tocó piano,algo de flauta,algo de armónica,y además,construyó los Dados de la Paz,con una. Explicación presiosa de lo que significa y como utilizarlos,y ponerlo en práctica,lo hago y lo entrego con mucho cariño,el Señor los hará girar,sin saber hasta dónde llegará,

  2. Muy cierto cada día debemos estar unidos.Dando así ejemplo de unidad y Amor.Que fué lo qué Jesús nos enseñó:»Amargos los unos a los otros» Amén, amén 🙏.

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