Compromiso – En la primera parte relativa a los jóvenes vimos lo importante que es estar dispuesto y ser capaz de orientarse hacia el mundo futuro. Naturalmente, la experiencia más importante para un joven se refiere a su vida futura y, en particular, a su vida en pareja.
Por Ezio Aceti (Italia)
El compromiso
Abordemos entonces la relación de pareja con especial atención a ese período que llamamos compromiso. Pero preguntémonos: ¿Qué significa comprometerse? La palabra hoy en día está un poco pasada de moda… De hecho, parece extraño que todavía se siga hablando de engagement, cuando el mundo de las redes sociales está lleno de jóvenes que separan el atractivo y el sexo de la experiencia de engagement, ahora considerada obsoleta y antigua.
Es por eso que, para definir su relación, hoy los jóvenes están más acostumbrados a decir “vamos a estar juntos”. Pero parece importante reiterar que este período de conocimiento es de fundamental importancia para cualquier relación duradera. Por eso la palabra “compromiso” sigue teniendo un significado muy preciso: es ese camino que dos jóvenes deciden recorrer juntos en conocimiento mutuo y con la vida matrimonial como objetivo.
Sin duda que todo parte desde estar juntos porque estamos enamorados; la pareja comparte experiencias, pensamientos, valores, elecciones y, sintiendo una profunda alegría y un nuevo impulso vital que nace de ese estar juntos, no quieren nada más que seguir viviendo de esta manera. Y estas emociones son muy hermosas, a menudo únicas y presagios de momentos extraordinarios de alegría y de compartir.
Es sobre todo en virtud y gracias a este impulso emocional y afectivo que los jóvenes deciden avanzar hacia una relación más estable y duradera. Sin embargo, si esta alegría y belleza no encajan en el proyecto de vida de una pareja, corren el riesgo de desaparecer rápida y fácilmente.
El enamoramiento que no da el gran salto del amor siempre encuentra buenas razones para abandonar la relación. Por el contrario, allí donde esas emociones excitantes iniciales encuentran un terreno fértil en el que echar raíces, el simple “estar juntos” se transforma en compromiso, es decir, en un proyecto de vida que nutre a la pareja: incluso cuando hay que afrontar dificultades y malentendidos, el proyecto los mantiene unidos.
Comprometerse es algo más que estar juntos basándose solo en las propias fuerzas: es caminar juntos de manera firme, es establecer una confianza y una alianza con el otro que no tiembla ni se derrumba ante las diferencias o los maremotos emocionales, porque se dirige a una meta que queremos alcanzar juntos, el sacramento del matrimonio.
Por eso, comprometerse es una palabra dinámica, es un movimiento, un camino, no un “ser”. Este camino necesariamente tendrá que ver con estilos de vida, valores, elecciones. Es un camino que abre a la pareja a una mayor madurez, donde la atracción afectiva se transforma en presencia mutua, en apertura al mundo.
Generalmente este camino sirve para un mayor conocimiento en la dimensión más íntima y personal de los dos jóvenes que, de este modo, podrán acercarse hacia el compartir mutuo.
Esto significa que habrá que tener en cuenta que será importante aceptar los límites que cada uno posee, junto con el deseo mutuo de armonizar y sintonizar hacia ideales compartidos.
En este sentido, son significativas las palabras del Papa Francisco: “El compromiso es el momento en el que los dos están llamados a hacer un buen trabajo de amor, un trabajo participativo, compartido y profundo. Nos vamos descubriendo poco a poco, es decir, el hombre ‘aprende’ a la mujer conociendo a esta mujer, su novia; y la mujer ‘aprende’ al hombre conociendo a este hombre, su novio. No subestimemos la importancia de este aprendizaje: es un hermoso compromiso, y el amor mismo lo exige, porque no es solo una felicidad despreocupada, una emoción encantada…” (Audiencia general, miércoles 27 de mayo de 2015)
Por lo tanto, deseamos a todas las futuras parejas que aprovechen este precioso e importante período para la vida relacional. Un futuro que, si se vive bien, será fuente de vida verdadera y auténtica •