Muchos signos de esperanza confluyen este año jubilar en la ciudad de Asís, donde se celebran los ochocientos años del Cántico y la canonización de Acutis. Una panorámica de los eventos recientes y los programados.
Por Candela Copparoni (Italia)*
Este año 2025 es un año especial para la Iglesia universal, y en Asís lo es de manera particular. De hecho, hay varios acontecimientos que atraen la atención sobre la ciudad franciscana. En primer lugar, se celebra el octavo centenario de la composición del “Cántico de las criaturas”, un poema en el que el autor, Francisco de Asís, no evita el sufrimiento, sino que lo atraviesa con libertad de espíritu, apoyado en la plena confianza en Dios.
De la Hermana Muerte parte una reflexión sobre los límites humanos, como profundiza monseñor Domenico Sorrentino, (obispo de la diócesis de Asis – Nocera Umbra – Gualdo Tadino y de la de Foligno), en su libro El corazón oculto del Cántico (Ed. Mondadori), publicado el 16 de septiembre. Y desde San Francisco hasta San Carlo Acutis, conscientes de nuestras vulnerabilidades inherentes, se traza una estela de esperanza que nos habla de manera incisiva en el contexto actual.
Testigo de la fe en el siglo XXI, proclamado santo en el año jubilar de la esperanza, Carlo es un modelo para todos los cristianos, en particular para los jóvenes de hoy. Así lo subrayó Mons. Sorrentino al término de la ceremonia de canonización, celebrada en el Vaticano el 7 de septiembre, explicando que “se puede llegar a ser santo en lo ordinario, en la alegría de las cosas bellas de la vida”. De hecho, el arzobispo invitó a los jóvenes a vivir la santidad cada uno a su manera, en su propio entorno y con sus propios talentos. Les invitó a vivir la vida en plenitud.
Y esta sed de bien y de belleza parece latir con fuerza en el corazón de muchos jóvenes, jóvenes en camino, en busca de la santidad, miles de ellos postrados en oración ante el cuerpo del santo milenial, o acogiendo con júbilo su proclamación en la plaza de San Pedro. “Están absolutamente impresionados por este rostro siempre luminoso –continuó Mons. Sorrentino–. Ven que hay un joven que es como ellos, porque es de nuestra época, pero que ha encontrado la brújula”. Así, el arzobispo nos recuerda que San Carlo Acutis se eleva como una estrella en el firmamento que nos ilumina junto con San Francisco y Santa Clara –cuya fiesta se celebró en Asís el 11 de agosto–, sin olvidar, sin embargo, que la estrella que nunca se pone es Cristo: los ojos puestos en Él, en el Cielo y en la Tierra.
Desde el 8 de septiembre y hasta el 12 de octubre, fiesta de San Carlo Acutis, se suceden en Asís las eucaristías de acción de gracias por la canonización de Carlo. Esta ciudad, que el joven llevaba tanto en el corazón, “representaba para él un mensaje que era posible traducir en términos modernos, en términos contemporáneos”, afirmó el arzobispo. Y en el Encuentro por la Amistad entre los Pueblos de Rimini explicó: “Carlo di Francesco traduce en su vida el Cántico […]. Francisco compone el Cántico, Carlo es el Cántico […]. Los jóvenes vienen a Asís y encuentran a un Francisco que canta y a un Carlo que interpreta su partitura con la vida”.
Pero el Cántico no solo habla de los límites, habla principalmente de la belleza de la naturaleza, del vínculo armonioso y de paz con el ser humano, de la fraternidad universal… es un canto de alabanza al Creador. Con este espíritu se inauguró el 31 de agosto el Tiempo de la Creación, una iniciativa ecuménica que promueve la ecología integral y que se extiende con una gran variedad de actividades hasta el 4 de octubre, fiesta de San Francisco. Además, dentro del programa se llevó a cabo El Camino de Francisco, una peregrinación de tres días desde Asís hasta Gubbio que cada año recorre la Ruta de Francisco.
Además, entre el 24 y el 27 de julio, unas dos mil personas jóvenes fueron acogidas por las diócesis de Umbría gracias a la experiencia Umbria Jubilee, para vivir un tiempo de espiritualidad compartida antes de participar en el Jubileo de los Jóvenes en Roma con el papa León XIV. Ciertamente no fueron los únicos: del 27 de julio al 3 de agosto se celebró el IX Encuentro Internacional de Jóvenes, titulado Lights of Hope, que reunió a más de 700 jóvenes de 26 países del mundo. Tras unos días de interioridad enriquecida por el carisma franciscano, se trasladaron a Roma para participar también en el Jubileo.
En medio de la alegría de la juventud que aceptó el reto de hacer ruido y se puso en juego, se produjo una señal fuerte la noche del 27 de julio, cuando la diócesis de Asís se sumó a la iniciativa de sensibilización por Gaza haciendo sonar las campanas de la ciudad: “Es hora de devolver la dignidad y la esperanza a un pueblo reducido a la sangre, al hambre, a la muerte […]. Suplicamos al gobierno de Netanyahu que detenga inmediatamente esta masacre, al igual que suplicamos a Hamás que libere inmediatamente a los rehenes israelíes restantes”, declaró en un comunicado Mons. Domenico Sorrentino.
Otra cita destacada en este Año Santo de la Esperanza será la Marcha Perugiassisi por la paz y la fraternidad, prevista para el 12 de octubre. “Ante los signos cada vez más evidentes de la ‘Tercera Guerra Mundialʼ, queremos reaccionar con un nuevo sueño de fraternidad y amistad social”, se lee en la página web de la marcha.
En esta dirección debemos caminar, en este camino estamos llamados a comprometernos y a actuar sin demora, porque, como expresó monseñor Sorrentino en Rímini en el panel ‘Nuevos santosʼ el pasado 27 de agosto, “quien definitivamente salvará a la sociedad no será un diplomático, un erudito, un héroe, sino un santo, o mejor dicho, una sociedad de santos” •
Para más información y actualizaciones, visitar las páginas web de la Diócesis de Asís y del Santuario de la Despojación, iglesia en la que está enterrado San Carlo Acutis.
*Esta nota pertenece originalmente al portal web de Cittá Nuova.


