Paraguay – Las elecciones presidenciales de Paraguay dejaron a Santiago Peña como nuevo presidente del país. Un repaso por el panorama político que se vislumbra a partir de los números que arrojaron los comicios.
Por Matías Álvarez (Paraguay)
Así fue la elección presidencial del 30 de abril, donde la Asociación Nacional Republicana (ANR) logró una vez más la reelección en forma contundente e indiscutible de la mano de la fórmula Santiago Peña/Pedro Alliana, que se impuso con comodidad a los demás candidatos.
El 29 de octubre de 2016, Santiago Peña dejaba el Partido Liberal y se afiliaba al Partido Colorado. Tenía 37 años por ese entonces y ya era ministro de Hacienda del gobierno de Horacio Cartes, el más joven en la historia del país. Economista formado en Estados Unidos y ex funcionario del Fondo Monetario Internacional, casi siete años después Peña es el nuevo presidente electo de Paraguay. No es novedad porque se trata de la séptima victoria del Partido Colorado de las ocho elecciones realizadas desde 1989. Es por eso que desde Ciudad Nueva consultamos a la analista política Estela Ruíz Díaz sobre los números de participación y los aires para el joven presidente que asumirá el timón de Paraguay el 15 de agosto.
“Los números son irrebatibles”, dijo la analista. “En base al 63% de participación, la ANR captó el 42% del electorado (1.292.079), mientras que la dupla de la Concertación, Efraín Alegre/Soledad Núñez, el 27% (830.842). En tercer lugar y muy cerca de la coalición opositora se posicionó Paraguayo Cubas, con el 23% (692.663)”, explicó.
Si prestamos atención a los votos residuales, ahí aparecen Euclides Acevedo, que no alcanzó 2% (41.194), y José Luis Chilavert, que no llegó al 1% (24.824). “Aunque la ANR no creció electoralmente, porque ganó elecciones casi con las mismas cifras que en otras ocasiones, su voto duro sigue siendo suficiente para derrotar a sus adversarios. Mario Abdo había ganado en 2018 con 1.206.000 votos. Peña obtuvo 90 mil más”, mencionó Ruíz Díaz.
El escenario legislativo replicó la victoria colorada y esta vez el espacio político logró la mayoría absoluta en el Senado, con 23 bancas. En Diputados mantuvieron la misma cifra de 43 bancas, que también implica mayoría absoluta.
Para Ruiz Díaz, los números de estas elecciones dejan varios escenarios. “El triunfo en el Congreso debería facilitarle la tarea a Peña, ya que la ANR logró mayoría propia en ambas cámaras. Pero es muy probable que la disidencia ya esté delineando acuerdos con la oposición para controlar las presidencias de las cámaras. Debe acotarse que el peor adversario de un gobierno colorado son los propios colorados, como se pudo ver en los diferentes gobiernos”, señaló.
Panorama de los espacios políticos
Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA): El resultado electoral jubiló de hecho a Efraín Alegre, quien repitió el camino del histórico dirigente Domingo Laíno. Ambos disputaron tres veces la presidencia y perdieron en las tres ocasiones. Imbatibles internamente, pero sin capacidad de concitar el voto mayoritario para vencer a su tradicional adversario más allá de las fronteras partidarias. Alegre incluso tuvo su peor elección. En 2018 se posicionó a tres puntos de la ANR con 1.110.000 votos, y esta vez obtuvo 300 mil menos.
Los liberales arrastran una larga y agria disputa interna que fue desangrando al partido y hoy está sin rumbo. Aun así, hay liderazgos emergentes, como Ricardo Estigarribia, el ex intendente de Villa Elisa. Otro que aparece en el firmamento liberal es Javier Pereira, quien ganó en Itapúa, donde los colorados por primera vez pierden la Gobernación. Pero no bastará la simple victoria electoral para convertirlos en líderes y salvar al partido. El Llanismo, con la sangre en el ojo, aprovechará esta crisis para cortar la cabeza de Alegre. Conociendo sus luchas intestinas, lo más probable es que se pasen cobrando facturas antes que sentarse a entender lo que pasó y obrar en consecuencia.
Partido Nacional Auténtico: El ex senador Paraguayo Cubas confirmó los vaticinios de los sondeos que lo posicionaban en un tercer lugar, incluso disputando el podio a la Concertación. Se convirtió en la tercera fuerza electoral con el 23% de votos y se ubicó a solo cuatro puntos de la Concertación, que obtuvo el 27%. Un fenómeno político que sin dudas hay que analizar más allá de los adjetivos. Su buena perfomance benefició a la lista del Senado y tendrá cinco votos en el Senado.
Frente Guasu: Para la izquierda, esta elección fue letal. Sin dudas, la ausencia de Fernando Lugo, su líder histórico, además de la división, provocó una hecatombe. Luego de la conquista presidencial en 2008 y los 300 mil votos que logró la lista del Senado en 2018, el FG pagó cara su crisis. Apenas obtuvo 60 mil votos para el Senado. Y su propia tropa finiquitó el fin de ciclo del único presidente no colorado de la transición.
Patria Querida: Otro partido que sufrió la debacle electoral. Con 72 mil votos, mete apenas un senador. La votación reconfiguró el poder interno siendo el más votado Orlando Penner, quien retorna al Congreso. En Asunción ganaron una banca con la reelección de Rocío Vallejo.
Encuentro Nacional: La figura, sin dudas, es Kattya González, quien logró el apoyo de 150 mil votantes que la premiaron por enfrentarse con los colorados en la Cámara de Diputados. Ahora irá al Senado. Logró dos bancas. Es la cuarta fuerza electoral.
El 15 de agosto asumen las nuevas autoridades. Lo viejo se renovó para represar la antigua política. No hace falta esperar para saber qué poco se hará para cambiar las carencias sociales históricas y, para colmo, en un asfixiante panorama dominado por posturas “antiderechos”. En este delicado equilibrio entre el ayer y el mañana, se juega su futuro el Gobierno entrante •