Constructores de paz

En el Centro Educativo San Pedro,Paraguay, la paz es una herramienta pedagógica presente en el cotidiano escolar, y cambia positivamente la vida de centenas de niños y jóvenes desde hace 10 años.

Por Lucas Oliveira (Paraguay)

En Lambaré, ciudad del Área Metropolitana de Asunción, hay un lugar donde todos viven por la paz. El Centro Educativo San Pedro, que en este año cumple 30 años de existencia, desde el 2015 abraza la iniciativa del proyecto Living Peace como herramienta pedagógica para sus casi 350 alumnos, de todos los niveles de la educación inicial y básica, a través de instrumentos como el dado de la paz, el Time-Out por la paz y el Run4Unity. Una formación integral para una cultura de paz.

“Todo comenzó en un espacio de diálogo”, cuenta Juan Puerto, fundador y director del Centro Educativo San Pedro, y coordinador nacional de Living Peace. Conoce a Carlos Palma, coordinador general de Living Peace International, y decide implementar, “con mucho fervor y entusiasmo”, el proyecto en su colegio.

Una típica jornada en el Colegio San Pedro empieza con todos los alumnos juntos, en formación, para lanzar el dado de la paz. Así, antes de la primera clase cada uno ya sabe cuál será el compromiso por la paz para vivir durante el día. “A los chicos les gusta, e incluso fundamentan en el concreto de la vida lo que apunta el dado”, comenta Graciela Encina, profesora y coordinadora de Living Peace en la institución.

A los alumnos del 3º grado, responsables por lanzar el dado en el día que visitamos el colegio, se les preguntó por qué lo querían lanzar. “Para que la paz fluya”, contestó uno de ellos. “Para que escuchen nuestras voces, por las guerras que no terminan…”, fueron otras respuestas.

Al mediodía, suena una fuerte alarma. Lo que en un escenario de guerra es una señal de grave peligro, en San Pedro es una invitación al Time-Out por la paz. Un minuto de silencio, de total silencio en un lugar lleno de niños y adolescentes, en que cada uno hace su reflexión personal o pide por sus intenciones particulares.

Los vecinos, al principio, preguntaban, espantados: “¿Por qué suena una alarma?”. Ahora lo entienden, y saben que, al mediodía, todos los días, los jóvenes hacen su minuto de silencio por la paz en el mundo.

Los jóvenes, protagonistas de la paz

Un elemento muy importante en la educación para la cultura de paz en el Colegio San Pedro es el grupo de jóvenes “constructores de paz”. Desde el 2022, alumnos que tienen entre 15 y 18 años se encuentran todos los lunes y miércoles después de las clases para aprender cada vez más a vivir por la paz, acompañados por varios docentes que actúan como guías. Participan de charlas y talleres, organizan eventos, hacen recolección de fondos por la paz, buscan los medios para ayudar a los que sufren con las guerras, aunque están lejanos, como los que padecen con los conflictos en el Oriente Medio.

Uno de los eventos que organizan es el Run4Unity –la carrera por la unidad– en el Paraguay, junto a los Chicos por un Mundo Unido. Otro evento es el Foro Nacional por la Paz, del cual ya se realizaron dos ediciones, en 2018 y 2024, en la Sala Bicameral del Congreso Nacional. Allí, jóvenes constructores y embajadores de la paz, invitados nacionales e internacionales presentan, desde sus experiencias, cómo vivir la cultura de la paz.

“Los jóvenes son la parte más vulnerable de la sociedad, por eso el enfoque en ellos”, explica Encina. Y Puerto: “estamos en una época en la que hay mucha violencia, aislamiento… se invita muy poco a compartir, el egoísmo es cada vez más grande entre los jóvenes, porque se aíslan a través de la tecnología, no se saben comunicar…”. Es por eso que, con Living Peace, se busca trabajar la paz en todos los ámbitos de la sociedad: la paz personal, la paz social, la paz con la naturaleza.

Fiorella Valdez, de 18 años, es estudiante del 3º año del Nivel Medio y una de las jóvenes del grupo. Recientemente, con otras dos alumnas del Colegio San Pedro, participó de un curso mundial de Embajadores para la Paz. Ella cuenta que un día, en la iglesia que frecuenta, entró en un conflicto en el que empezó a “levantar muros”. Al día siguiente participó de una clase en la escuela en que justamente se hablaba de las barreras y de los muros, y que se debería buscar los modos para arreglar las relaciones y ayudar a “armar puentes”. “Y empecé a arreglar mis relaciones: mi relación con Dios, mi relación con mis compañeros, mi relación con mis amigos”. Para Valdez, ser constructora de paz “significa poder brindar esa ayuda a quien la necesita ya sea estando presente en un momento, una situación o en cualquier cosa que puedas contribuir para hacer el bien”.

Paraguay por la paz

El objetivo de los promotores de Living Peace en el Paraguay es llevarlo a todo el país. Graciela Encina explica que ya vienen trabajando con otros colegios en el país, pero “hace falta que se unan más asociaciones de jóvenes, escuelas, colegios, grupos de iglesia… La sociedad paraguaya necesita un Living Peace para que los jóvenes puedan comprenderse a sí mismos y a sus alrededores. Apuesto a los jóvenes, ellos llevarán adelante el Paraguay. Que sean personas que construyan una sociedad de paz. He visto cómo nuestros alumnos han logrado cambiar sus actitudes. Si Living Peace nos da la oportunidad de llegar a nivel nacional, va a haber un cambio positivo en los jóvenes”, cuenta.

Juan Puerto no esconde el deseo de poder llevar cada vez más la propuesta de Living Peace a otros lugares. “Estamos ansiosos de poder tener los recursos, las fuerzas para poder llevarlo a otras instituciones, y que otros profesores también lo tengan como instrumento, porque hace mucha falta. No para llevar soluciones, sino para llevar una herramienta que facilita el camino para construir la paz. Así es simple. No tiene nada de magia, sino que es muy rápido y muy fácil de aplicarlo y de vivirlo, sobre todo. De ir viviendo y construyendo puentes de paz. Estamos trabajando también en un manual pedagógico, para poder hacer talleres y ofrecerlos a los demás profesionales”.

A nivel municipal, la ciudad de Lambaré ya reconoce el trabajo de Living Peace como un instrumento cultural de importancia. Puerto cuenta que la gobernación del Departamento Central, donde se ubica Lambaré, también está interesada en llevar la cultura de paz a las demás escuelas y colegios. “Ojalá consigamos las fuerzas necesarias para llegar a varios lados. Living Peace sigue corriendo de país en país, y acá lo vamos a ir haciendo departamento a departamento, Dios mediante”, concluye” •

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