Atractivos de un carisma
por Sonia Vargas Andrade (Bolivia)
La celebración de la Navidad para Chiara Lubich ha sido siempre un misterio empapado de Amor. Lo manifiestan sus múltiples escritos. El texto que hoy les presentamos es el último que escribió (2005). Durante esa fecha, se encontraba viviendo una experiencia mística que posteriormente fue denominada como “cuarta noche”. Lubich, aun advirtiendo la falta de luz, mantiene firme su abismal experiencia del Amor de Dios y nos llama a donar Amor allí donde está el dolor. La esperanza de un mundo diferente está en la capacidad de Amor que cada uno de nosotros puede donar:
Las vitrinas están decoradas festivamente, bolillas doradas, pequeños árboles de Navidad, ofertas de preciosos regalos. Las calles de noche brillan con estrellas fugaces o cometas; los árboles que bordean las aceras con sus ramas llenas de luces rojas, azules o blancas crean avenidas con una atmósfera surrealista…
Hay un aire de expectativa. Todos están implicados… La Navidad no es solo un recuerdo tradicional: el nacimiento de aquel niño hace 2005 años… ¡La Navidad está viva! Y no solo en las iglesias con pesebres, sino entre la gente por el ambiente de alegría, de amistad, de bondad que se crea cada año.
Sin embargo, aún hoy el mundo está conmocionado por enormes problemas: pobreza hasta llegar al hambre, el terremoto de Pakistán, decenas de guerras, terrorismo, odio entre etnias, pero también entre grupos y personas…
Hace falta Amor. Es necesario que Jesús regrese con potencia. El Niño Jesús es siempre el inmenso regalo del Padre a la humanidad, aunque no todos lo reconozcan…
Tenemos que celebrar la Navidad renovando nuestra fe en el niño-Dios que vino a salvarnos, a crear una nueva familia de hermanos unidos por el amor, esparcidos por el mundo.
Miremos a nuestro alrededor… que este Amor llegue a todos, pero en particular a los que sufren, a los más necesitados, a los que están solos, pobres, pequeños y enfermos… Que la comunión con ellos de afecto y de bienes haga resplandecer una familia de verdaderos hermanos que celebren juntos la Navidad irradiándola.
¿Quién podrá resistir la potencia del amor? Iluminados por la Navidad hagamos gestos, suscitemos acciones concretas. Serán remedios para males que parecen pequeños, pero aplicados en gran escala, pueden ser luz y solución para los graves males del mundo.
¡Feliz Navidad a todos!1
1. Chiara Lubich, conexión telefónica, diciembre 2005.
Gracias!!! Muy adecuando con nuestra época y con mi sentir!