Atractivos de un carisma
Por Sonia Vargas Andrae (Bolivia)
En 1967 fue publicado el libro Hombres al servicio de todos, que contiene las charlas que Chiara Lubich realizó acerca de la Iglesia y la jerarquía. Un tesoro que vale la pena retomar pues propone una mirada innovadora de la estructura eclesial, vista desde el epicentro del Amor, característico de su carisma, definido por Juan Pablo II como “el radicalismo del amor”1. Hoy presentamos algo de su mirada sobre la figura del papa centrada en la frase que Jesús dice a Pedro en el evangelio de Juan:
El “¿me amas más que éstos?” (cf. Jn 21,15), preguntado por Jesús a Pedro, fue el tormento, el estudio continuo de Paulo VI. Lo dirá muchas veces durante las audiencias públicas y en otras ocasiones.
En una audiencia general en 1965: “…El secreto, que forma Nuestro personal consuelo y Nuestro personal tormento, está contenido y expresado en una simple pero formidable sílaba “más, plus, pleón” (Jn 21,15) y que Jesús ha unido, de una manera tan inesperada, pero tan luminosa al verbo “amar” (…) Al primado de la autoridad (…) Jesús quiere que corresponda un primado de caridad: potestad totalmente gratuita aquélla, virtud ésta donde un gran don, una gran gracia, una gran capacidad de amar, debe confundirse con el esfuerzo más grande, el ímpetu más grande del corazón humano llamado a tal vértice de amor”2. Y todavía: “Es necesario estar en el lugar de un papa para comprender cómo esta frase muy breve: “¿me amas más?” es una espada que penetra hasta las articulaciones de los huesos, de los nervios, hasta la misma médula; (…) ¿cómo se hace para saber si se ama MÁS? (…) Lo que conforta esta angustia es que se puede amar universalmente (…); (es) repetir: ninguno me es extraño, ninguno excluido, ninguno, aún si separado, lejano. Cada ser amado está presente”3 .
Entonces no se puede tener más dudas: el corazón más grande del mundo, más abierto, más ancho, más similar al corazón de Cristo, es el corazón del papa. Este milagro ha obrado y obrará la palabra de Jesús “¿Me amas más que éstos?” Este corazón es digno de apacentar la Iglesia porque, así como una madre contiene en su regazo al hijo, el papa contiene en su corazón a la humanidad4.
1. En 1984 Juan Pablo II visita el Centro Internacional de los Focolares en Rocca di Papa. Reconoce en el Movimiento los lineamientos de la Iglesia del Concilio, y en su carisma una expresión del “radicalismo del amor” que caracteriza los dones del Espíritu en la historia de la Iglesia.
2. Paolo VI, Insegnamenti, Poliglotta Vaticana 1964, 809. En Chiara Lubich, Hombres al servicio de todos, Ciudad Nueva, Buenos Aires, 1979, 147.
3. Guitton J., Diálogos con Pablo VI, Cristiandad, Madrid 1967, 282-283. En Chiara Lubich, Hombres al servicio de todos, Ciudad Nueva, Buenos Aires, 1979, 147.
4. Lubich C., Hombres al servicio de todos, Ciudad Nueva, Buenos Aires, 1979, 147.
