Congreso internacional – Con sedes simultáneas en Italia y Argentina, entre el 18 y el 20 de octubre pasado se realizó el Congreso de Sostenibilidad Relacional, un encuentro sin precedentes que cambió el enfoque de la búsqueda de un planeta sostenible. En la perspectiva de avanzar hacia la construcción de una ecología integral, no es suficiente la contribución de las ciencias ambientales para proteger la vida de la Tierra, sino que es necesario un diálogo que permita la colaboración entre todas las actividades humanas.
Por María Florencia Decarlini (Uruguay)*
Al finalizar en octubre del 2020 el Congreso internacional “Nuevos caminos hacia la ecología integral: cinco años después de Laudato Si’”, promovido por la red EcoOne, nos propusimos el concepto de Sostenibilidad Relacional como nuevo paradigma sobre el cual avanzar para ir adelante en la construcción de la ecología integral. Poder trabajar en la construcción de este Congreso realizado en octubre, junto a los demás espacios del Centro para el Diálogo con la Cultura Contemporánea del Movimiento de los Focolares, fue de una riqueza incalculable y, sin dudas, marca el comienzo de un camino nuevo.
Si miramos el presente, vemos que el cambio climático es uno de los desafíos más urgentes para el futuro de nuestro planeta. La respuesta a esta crisis no puede limitarse a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero o a desarrollar tecnologías verdes, sino que debe abordar las raíces del problema involucrando la forma en que vivimos, interactuamos y nos relacionamos con el ambiente. Por eso, la Sostenibilidad Relacional puede ser la clave para responder a este desafío de época. Es un concepto y una forma de ver y vivir la vida que pone la calidad de las relaciones humanas y nuestra relación con el planeta en el centro de las soluciones. Un enfoque que va más allá del ámbito técnico y económico, y explora el vínculo profundo entre la humanidad y la naturaleza.
Este Congreso ha sido un hito histórico, no sólo por la construcción desde los distintos ámbitos de la cultura, sino también por la realización de un único evento en dos lugares interconectados, Castel Gandolfo (Italia) y Córdoba (Argentina), que permitió contar con participantes conectados en línea desde todos los continentes. Organizar un solo Congreso en dos lugares tan distantes geográfica, social y culturalmente fue muy desafiante, y estamos convencidos de que el Congreso comenzó cuando empezamos a trabajar juntos, superando las fronteras de países y lenguas.
Tuvimos el privilegio de explorar el concepto de Sostenibilidad Relacional a través de diferentes perspectivas disciplinarias: el arte, la comunicación, el derecho, la ecología, la economía, la medicina, la pedagogía, la psicología, la sociología y el deporte, sin olvidar la teología, la filosofía y la historia. Vivimos un diálogo auténtico y profundo, una verdadera interacción entre disciplinas, una transdisciplinariedad en acción.
El Congreso en la sede de Argentina comenzó en la tarde del jueves 17 de octubre, con un acto oficial de apertura donde participaron autoridades del campo civil y académico. Todos tuvieron palabras de aliento y de aprecio por la temática. A partir de allí se desarrollaron todas las instancias típicas de un Congreso académico como conferencias, mesas redondas, talleres y exposición de trabajos, pero con una característica totalmente nueva: la de la relacionalidad entre las distintas disciplinas; miradas desde distintas ópticas que se enriquecían y complementaban. Dadas las características de este evento, académico pero también de praxis, no faltaron experiencias de todos los ámbitos que enriquecieron los debates para que no fuesen solamente teóricos sino de una gran riqueza de vida.
Los momentos de las “sesiones planetarias”, como hemos llamado a los espacios de construcción entre las dos sedes, tuvieron este sello. Además, contaron con un panel de participantes de todo el mundo y de distintas disciplinas en torno al eje de cómo cada ciencia puede aportar a la Sostenibilidad Relacional. Luego, tres ponencias desde América Latina en torno a: Sostenibilidad Relacional en las culturas ancestrales de ALC; Desafíos en la producción de alimentos; La transición energética: un reto en la búsqueda de la sostenibilidad.
Respecto al programa desarrollado localmente en la sede de Argentina, es importante destacar el recorrido trazado gracias a los aportes de la etnohistoria, la eco-teología y la filosofía espiritual, que han instalado, en nuestro debate transdisciplinar, categorías de pensamiento imprescindibles y sobre las cuales queremos continuar profundizando. Son algo medular en la cultura de nuestros pueblos latinoamericanos.
El Dr. Osvaldo Barreneche nos habló sobre “Comprensiones del mundo natural y ecología política de las culturas originarias de América. Panorama Etnohistórico”. El tema desarrollado por el Dr. Lucas Cerviño, “Relacionalidad y triple sabiduría. Elementos para una síntesis integral para el cuidado de la Casa Común”, nos ayudó a profundizar la reflexión en el reconocimiento de la diversidad de saberes y las complejidades socioambientales que caracterizan América Latina, ofreciendo un posible marco para un diálogo transdisciplinar entre la eco-teología y las ciencias desde una perspectiva sapiencial de la Laudato Si.
Luego de esta ponencia, pudimos conocer algo de “La cuestión ambiental en las culturas ancestrales de América Latina y el Caribe”, en un video con aportes desde tres culturas originarias de América Latina: Quechua, Aimara y Maya. Todas nos enriquecieron con su experiencia de vida de relación con la naturaleza.
Al día siguiente pudimos seguir profundizando de la mano del Dr. Gabriel Ferrero, con su ponencia “Nuestro vínculo con la naturaleza: elementos para una nueva síntesis a partir de un diálogo entre la ciencia y el pensamiento de Chiara Lubich”. Allí, Gabriel nos presentó algunos elementos que pueden contribuir a una conexión más amplia a partir de visiones sapienciales de la naturaleza, para ser capaces de brindar sustento a una actividad humana sensible y atenta al cuidado del cosmos. También nos propuso un análisis sapiencial de ciertas características de los fenómenos naturales que han sido relevados por la ciencia. Se trata de características particularmente significativas sobre la relación entre el ser humano y la naturaleza, que se vislumbran en la experiencia y en el pensamiento de Chiara Lubich, con una mirada en particular sobre las categorías de relacionalidad, unidad, dinamicidad, finalidad y nulidad.
Muy interesantes fueron también los aportes de las mesas redondas. Una de ellas estuvo vinculada a la sostenibilidad energética: la gestión de la energía, actual y futura, es causa de problemas ambientales y sociales e impone desafíos en diversos ámbitos. En otra mesa se presentó el Programa Latinoamericano de Tierras, un estudio sobre el uso urbano del ciclo del agua y sus amenazas; y el Proyecto de reconversión ecológica de la ciudadela Mariápolis Lía.
Muy rico fue también el intercambio durante los siete talleres que se desarrollaron: Arquitectura y urbanística sostenibles; Gestión de políticas públicas; Economía de Comunión para la sostenibilidad; Basura cero: transformando desafíos en oportunidades sostenibles; Conservación de la biodiversidad; Eco conversión, una mirada hacia el jubileo 2025; y Educación para la sostenibilidad.
Además, en la sede de Argentina se presentaron 25 trabajos en 11 áreas diferentes, como Educación, Ecología y Sociedad, Desarrollo sostenible, entre otras. Allí se resaltaron aportes desde la ética, el arte, la medicina, la investigación de ecosistemas y las soluciones tecnológicas futuras.
Uno de los talleres de la sede europea redactó un Manifiesto sobre la Sostenibilidad Relacional, que actualmente está en revisión por un grupo de latinoamericanos, y que luego también será trabajado por gente de Oceanía, África y Asia, para que pueda ser un texto universal.
Podemos decir que este encuentro nos transformó la mente y el corazón, confirmando que la Sostenibilidad Relacional es un camino de cooperación que no podemos recorrer individualmente, y nos dejó abierta la puerta para seguir haciéndolo juntos, en un diálogo entre disciplinas y con apertura hacia todo el planeta •
*La autora es integrante de la Comisión internacional de EcoOne
muy interesante y completo la descripción de la actividad realizada en el congreso. el tema es de suma importancia en el momento q vivimos.