Ciencia – Saber de antemano que un elemento de distracción aparecerá frente a nosotros, ¿podría provocar que nuestro sistema visual suprima su procesamiento? Una variedad de estudios en los últimos años ha insinuado que existen tales relaciones entre la atención y la percepción.

Por Ján Morovič (Reino Unido)*

Cuando miramos el mundo que nos rodea, puede parecer que nuestros sentidos simplemente representan nuestro entorno tal como es, como si nuestras experiencias nos fueran simplemente “dadas”. La relación entre las experiencias visuales y las propiedades físicas de nuestro entorno es compleja. En números anteriores hemos considerado cómo lo que vemos resulta de las relaciones entre las diversas partes de lo que miramos, y también cómo la memoria y otros sentidos son partes de estas relaciones.

En los últimos 15 años se ha sospechado que otro elemento que afecta nuestro sentido de la vista es nuestra voluntad y más específicamente nuestra atención. ¿Podría ser que saber acerca de alguna distracción en nuestro entorno altera si incluso vemos esa distracción? Saber de antemano que algo que distrae aparecerá frente a nosotros, ¿podría provocar que nuestro sistema visual suprima su procesamiento? Una variedad de estudios ha insinuado tales relaciones entre la atención y la percepción, pero con resultados inconsistentes: algunos estudios apuntan a la supresión de los distractores, mientras que otros informaron una mayor atención a ellos.

Un artículo colectivo1, publicado en el Journal of Neuroscience, describe un experimento en el que se exploró de una manera más controlada y supervisada que antes. La actividad cerebral se registró mediante un electroencefalograma (EEG) y se siguió el movimiento de los ojos mientras se informaba primero a los sujetos sobre los distractores que iban a aparecer en su campo de visión y luego se los mostraban. Los datos combinados sobre la actividad cerebral en la corteza visual y el seguimiento ocular mostraron tanto una reducción en las señales correspondientes a los objetos de distracción procesados por el cerebro, como una reducción en la frecuencia con la que los ojos se dirigían a ellos. En otras palabras, el conocimiento previo de los distractores no solo significa que nuestros ojos se dirigen con menos frecuencia hacia ellos, sino que algunas de las señales resultantes de los ojos ni siquiera están siendo procesadas por el cerebro.

Por lo tanto, la forma en cómo vemos el mundo refleja no solo las relaciones en él, sino también cómo intentamos relacionarnos con sus partes •

*Ján Morovič trabaja como científico del color y es autor del libro Mapeo de la gama de colores.

1. W. van Zoest, C. Huber-Huber, M. Weaver, C. Hickey, “Strategic distractor suppression improves selective control in human vision”, Journal of Neuroscience, 8 July 2021, JN-RM-0553-21; DOI: 10.1523/JNEUROSCI.0553-21.2021

El artículo fue publicado originalmente en el blog internacional de ciencia Wonderverse (www.wonderverse.home.blog)

La voluntad de (no) ver
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