Mariápolis Lía
por Belén Ehrman (Argentina)
omencé mi experiencia utópica. En aquel oasis del mundo, Mariápolis y su magia que te invaden sigilosamente hasta el fondo de tu corazón, generando desde la primera sonrisa al compartir un disparador emocional, una desnudez de tu alma adormecida, que con coraje y amor se anima a mostrar su perfecta autenticidad.
Comencé con una cruz sobre mí, difícil de sobrellevar y de permitir que los demás la cargaran por mí, buscando un lugar en el mundo y, quizás, con amor en los corazones de los demás. Simplemente pertenecía y dejaba que ese amor me sorprendiera. Con el paso de los abrazos y de las sonrisas al andar, mi corazón se fue aflojando, mis miedos fueron disminuyendo y mis sonrisas, aumentando.
Impregnaron una huella en mí difícil de borrar, fueron mis personas los arcoíris que me ayudaron a sanar, acompañándome en el camino. No tengan miedo de caminar y tropezar porque siempre tendrán una mano que los ayude a levantarse, una sonrisa para seguir y un abrazo donde ponerse a descansar.
Siempre intenté encajar y donde me sintiera realmente yo, encontré ese lugar. Encontré esa familia de amor en el mundo, donde en cada abrazo y en cada sonrisa de reencuentro me renuevo. Mariápolis es aquel lugar que sabés que siempre estará y donde siempre necesitarás volver:
Volverás donde mil veces amaste,
donde mil abrazos diste y un millón recibiste,
volverás donde te amaron,
donde siempre será hogar,
volverás donde se siente bien ser vos mismo,
donde te vuelven a buscar por más de mil veces perdida,
volverás donde siempre tendrás un lugar.
Mil veces te perdiste, un millón volverás y un billón te recibirán con amor.
Un millón de caídas tendrás y un billón de manos para acompañarte recibirás.
La vulnerabilidad se impregnó en mí al cruzar por esa significante tranquera. Fue creciendo a medida del amar del corazón, del avance de experiencias y abundantes lágrimas. Caminando, sintiendo y amando las historias que hay detrás de esas sonrisas, de esas lágrimas, amando a cada persona por su ser en el compartir con la mía:
Aquí se abraza y se es abrazado,
se encuentra ese refugio que el corazón necesita,
se consuela y se es consolado,
se vive y se muere cada día por los amigos,
se entiende con la mirada y se habla con el corazón,
se presencia la escucha profunda y auténtica,
se ama y se es amado,
se vive el testimonio de Dios y se es el testimonio del amor,
se da paz y se es paz para los demás,
se escuchan las más profundas penas, las esperanzas más fuertes y los amores más sinceros,
se siente y se llora apasionadamente por un tercero que es el centro de nuestro sentir, de nuestra vulnerabilidad y de nuestra más profunda identidad… que es el amor,
se conoce a la gente en inmensidad,
nunca se camina solo, siempre tendrás buena compañía para transitar el camino de la vida,
siempre encontrarás luz en las tinieblas, estrellas en una noche sin luna, y arcoíris después de una tormenta, siempre tendrás una mano compañera al caminar, porque la vida se hace más linda y más fácil de a dos •