Atractivos de un carisma
Por Sonia Vargas Andrade (Bolivia)
Chiara Lubich tuvo una gran genialidad como “formadora” de su carisma. En los últimos 20 años de su vida recorrió el mundo realizando grandes manifestaciones públicas con los miembros del Movimiento de los Focolares pertenecientes a los cinco continentes. El encuentro con “los suyos” conforma hoy un archivo privilegiado. Chiara eligió como método dialogar, respondiendo preguntas. Respuestas adecuadas al momento histórico y a las características de su público.
Tomamos para este número una respuesta de Chiara a los adolescentes que realizaban su fiesta mundial: el Supercongreso. A la pregunta realizada desde Washington: “¿Qué podemos hacer nosotros para limitar el consumismo?”, Lubich propone la Cultura del Dar.
Una cultura implica una manera de pensar, de leer la realidad, de actuar. La cultura es la forma de ser en el mundo, por ende, Chiara concibe a la persona en constante donación de sí misma y de las cosas materiales. Además, propone como ejemplo la planta que toma de la tierra solo lo que necesita en cada momento.
“Hay que vivir y difundir la Cultura del Dar. Un consejo que les doy, si lo desean, es el siguiente. Al empezar el año, ustedes, cada uno, deben hacer una pequeña montañita (un montoncito), como decimos nosotros, con las cosas superfluas que tienen. Tal vez tienen pocas, pero siempre tienen algo: un libro, un juguete, un lápiz, una mochila que ya no usan, un vestido… alguna cosa, cosas que son superfluas, que están de más. Bien, allí, ya que ustedes son tan ingeniosos (creativos) y saben hacer muchas iniciativas, en los mercados ambulantes (ferias) o rifas, o lo que se les ocurra, traten de obtener, de esas cosas, un poco de dinero para darlo a los chicos que tienen necesidad.
(…) Como las plantas, que absorben del terreno solo el agua y las sales y lo necesario, pero nada más, de la misma forma cada uno debe tener solo lo necesario, el resto hay que darlo para ponerlo en común con los demás.
Naturalmente, experimentarán que dando recibirán mucho más. Esta es la experiencia de nuestro Movimiento, en todas las latitudes. Recibirán, ¿por qué? Porque el Evangelio dice: ‘Den, –aquí está la Cultura del Dar– y se les dará; … una medida bien llena, (como si tuviera un delantal lleno de trigo) una medida apretada y desbordante…’ (Lc. 6, 38). Es decir, recibirán mucho, mucho más, de aquí, de allá y del señor tal, de aquel chico, de la maestra, de la mamá, recibirán muchas cosas.
Y naturalmente también en este caso: cuanto más reciban, más deben dar.
Este es el camino para vencer, al menos, en nosotros, el consumismo.
Además, para vencer el consumismo hay que hacer algo más, deben difundir la Cultura del Dar. Entonces cuenten sus experiencias, como ya hacen, precisamente para la edificación común, cuenten sus experiencias. Por ejemplo, dieron una cosa y les llegó otra… Cuenten, cuenten esos pasajes evangélicos… las promesas del Evangelio que se realizan realmente. Las cuentan o las escriben, o bien las dibujan, o a través del video, o bien con noticieros para la televisión, que hacen para chicos. Y así difunden la mentalidad de la Cultura del Dar”.