Cine contra la mafia. Cine por la justicia y la libertad humana. Durante dos décadas, ésta ha sido la labor que la Fundación Cinemovel ha realizado con pasión a través del festival itinerante Libero Cinema en Libera Terra.
Por Edoardo Zaccagnini (Italia)
Si hay una manera noble y ejemplar de usar el cine, es la de la Fundación Cinemovel, creada por Elisabetta Antognoni y Nello Ferrieri. ¿Su misión? Ofrecer cine a quienes ya no lo tienen, o nunca lo han tenido. Cinemovel se lo trae, lo construye para ellos con un gesto simbólico y concreto, porque en las pantallas blancas, izadas con tenacidad y espíritu comunitario por toda Italia (y más allá), fluyen películas valiosas y se forjan relaciones.
Un viaje que termina en Libero Cinema en Libera Terra
La historia de Cinemovel comienza hace mucho tiempo: con un viaje de Elisabetta Antognoni y Nello Ferrieri a África a finales de los años 90. De ahí surgió la idea de organizar un cine itinerante en pueblos africanos, junto con campañas de comunicación social y sanitaria. Mozambique, Marruecos, Senegal, Túnez e incluso Brasil, en Sudamérica, fueron los países que recorrieron en aquella época.
La historia de Libero Cinema en Libera Terra se fue forjando poco a poco en 2006, en parte gracias a una reunión con las cooperativas Libera Terra y Libera. Se trata de un festival de cine itinerante contra la mafia, el más longevo de Italia, que utiliza el cine como medio.
Cada verano, la furgoneta de Libero Cinema recorre Italia, llevando sus películas y mensajes a plazas, parques y espacios confiscados a la mafia y devueltos a la comunidad.
De Portella della Ginestra a Tor Bella Monaca
La primera edición de Libero Cinema (promovida por la Fundación Cinemovel y Libera) tuvo lugar en Portella della Ginestra. Allí, el 1 de mayo de 1947, una masacre mafiosa se saldó con la muerte de once personas. Desde entonces, Cinemovel y Libero Cinema no se han detenido. Han llegado a 128 municipios, atravesando 16 regiones, recorrieron casi 170.000 kilómetros y se han proyectado 197 películas. Más de cien asociaciones locales han participado.
Entre las ciudades de este año se encuentran Ventimiglia, una zona fronteriza entre Italia y Francia, tierra forzada para los migrantes. También Catania, con su puerto donde se recordó al comisario Beppe Montana, asesinado por la Cosa Nostra en 1985. Finalmente, Tor Bella Monaca, uno de los barrios más conflictivos de Roma, conmemora el aniversario de la masacre de la Via D’Amelio del 19 de julio.
Entre los programas de este año, además del documental Abróchense los cinturones, se encuentran el espectáculo Mafia liquida, una película de acción real con Vito Baroncini en el retroproyector, y las películas El juez y el patrón, de Pasquale Scimeca; No hay otra tierra, de Yuval Abraham y Basel Adra, ganadora del Óscar 2025 al mejor documental; Un mundo aparte, de Riccardo Milani; La historia de Frank y Nina, de Paola Randi; y Todavía hay un mañana, de Paola Cortellesi.
Juntos para construir comunidad con “la fuerza del nosotros”
Libero Cinema se dirige a diferentes públicos con diversos lenguajes y géneros, en la fértil encrucijada de la cultura, la sencillez, la memoria, la tenacidad, la redención y la actualidad que forja la identidad de Cinemovel.
Pantallas donde hubo injusticia, donde hubo abandono. Libertad donde la mafia trajo el terror, en propiedades confiscadas a criminales, en espacios olvidados.
Es una historia llena de luz, no solo por las cifras, ciertamente reconfortantes, sino también por la constante activación de una sana sociabilidad, para la construcción de una comunidad con la humanidad como eje central. “El festival nunca ha sido un evento para consumir –escriben los protagonistas de Libero Cinema–, sino un proceso para vivir: cada escenario se construye junto con las filiales de Libera, las cooperativas sociales, las administraciones, las parroquias, las escuelas y la ciudadanía. A lo largo de estos veinte años, ha contado historias de resistencia civil, lucha contra la corrupción y posibles alternativas, siempre con la mirada puesta en los jóvenes, para nutrir la conciencia y la imaginación”.
“Como escribió Paolo Borsellino –leemos más adelante– la cultura mafiosa solo puede ser derrotada por una cultura de la legalidad”. Libero Cinema lleva veinte años siguiendo este camino. Con una pantalla bajo las estrellas. Y con la fuerza del ‘nosotros’.
El viaje a los orígenes de Io Capitano
Un momento especial para la iniciativa, que este año celebró su vigésima edición, tuvo lugar en la primavera de 2024, cuando la caravana de Cinemovel voló a Senegal para llevar la película Io Capitano, de Matteo Garrone, a los lugares desde donde los protagonistas partieron en busca de un futuro en Europa.
Fue un viaje al país africano, con proyecciones y debates, encuentros y reflexiones compartidas. Un proyecto apasionante y educativo, aprobado por el propio director de la película. Un regreso a los orígenes de Io Capitano, con un grupo que también incluía a Seydou Sarr, el extraordinario protagonista de la película, Moustapha Fall, otro personaje de la historia, y Mamadou Kouassi, quien inspiró parte de la trama.
Las palabras de Seydou Sarr
El propio Seydou Sarr, en un fragmento de Abróchense los cinturones, relata su emoción al paso de la caravana por Thiès, la ciudad donde creció. “No hay cine –explica–, y proyectar la película aquí en las escuelas es un placer enorme”. “El director la hizo –continúa Seydou– para mostrar lo que realmente ocurre en el desierto”. Es “exactamente la realidad”, por eso es “una película de gran importancia para nosotros”.
Seydou dice estar “orgulloso de representar a quienes no tienen voz” y recuerda su encuentro en Marruecos con migrantes varados durante su viaje de esperanza. Garrone los contrató para la película, y entre ellos había “senegaleses y marfileños”. Sus historias, recuerda el protagonista, “me motivaron aún más” •


