El valor ancestral de las plantas nativas

Herencia Ecotextil – En Buenos Aires, Argentina, un programa ecológico logró combinar el arte textil ancestral con la valorización de especies autóctonas. Este proyecto innovador incluyó talleres y actividades de capacitación, destacando el uso de tintes naturales que promovieran la sostenibilidad ambiental y la economía social.

Por María Alejandra Herrero y Mónica Manolio (Argentina)*

Desde hace unos números venimos conversando sobre la importancia de la moda sostenible y sobre las especies de plantas nativas. Hoy les presentamos un programa de capacitación que se denominó Herencia Textil y Ecosistemas, y que tuvo como propuesta central unir el arte textil ancestral y la valorización de los ecosistemas de plantas nativas de Buenos Aires, Argentina.

Las especies nativas son aquellas que ocupan naturalmente un área geográfica determinada, porque de allí es de donde son originarias o porque han logrado colonizarla a través de procesos de migración o dispersión naturales. Las distintas especies co-evolucionan y se regulan entre ellas. Muchas de estas plantas tienen la propiedad de ser tintóreas, y sus pigmentos, con altas concentraciones de color, fueron los primeros en ser utilizados por el hombre dedicado al oficio textil y de pastor. Con el tiempo y la industrialización, fueron progresivamente reemplazados por tintes sintéticos.

En los últimos años, se ha comenzado a revalorizar aquellas especies vegetales que poseen propiedades tintóreas por una mayor demanda de productos naturales, la re-introducción de técnicas ancestrales, la valorización de servicios ecosistémicos en Áreas Naturales y el uso de cultivos alternativos. 

Herencia textil y ecosistemas, un proyecto de donación

Uniendo estos aspectos, se realizó un programa de trabajo utilizando especies vegetales de dos Reservas Naturales de Selva en la provincia de Buenos Aires. Con actividades enmarcadas bajo la pedagogía conocida como Aprendizaje y Servicio Solidario, de la Asociación Civil CLAYSS, participaron docentes y estudiantes de diferentes carreras de la Universidad de Buenos Aires, y docentes y estudiantes de dos escuelas provinciales: la Escuela N° 24 de Hudson y la Escuela Comunitaria de Villa Astolfi. Se trabajó sobre el valor de las fibras naturales y su teñido con plantas, la calidad del agua, el reconocimiento de especies e interacciones del ecosistema, el valor de servicios ecosistémicos y la comprensión de procesos en economía social y cooperativismo. La articulación fue total, donde también intervino la Asociación Patrimonio Natural de Pilar.

La Escuela de Hudson ya había iniciado un camino en la realización de tintes naturales y tenía interés en conocer más sobre las plantas nativas. A su vez, la Asociación Patrimonio Natural de Pilar, que tiene gran trayectoria en este tema, quería comenzar con la capacitación en el oficio de teñido con fibras naturales. El intercambio de saberes entre todos fue central en las actividades del proyecto.

Paso a paso: intercambio de saberes y revalorización del ecosistema

Se realizó el siguiente camino: recolección e identificación de especies nativas (foto 1). Taller de fotografía sobre cómo fotografiar y luego herborizar una planta para poder identificarla correctamente (foto 2). Evaluación de la calidad de agua zonal con muestras de veinte perforaciones y lograr un mapa de calidad de agua (foto 3).

Una vez con todos los materiales, se comenzaron los procesos de experimentación para obtener las recetas de los tintes y así poder plasmar los resultados en una publicación de acceso público (foto 4). En esta actividad resultó central la participación de la experta Lic. Luciana Marrone, quien fue la que logró capacitar a todos los involucrados y hacer el diseño y ejecución del proceso de investigación. Se lograron identificar 35 especies tintóreas, de las cuales se extrajeron los tintes, se seleccionaron los mejores mordientes y se comprobó la calidad y la permanencia del color. Además, distintos especialistas realizaron un taller dirigido a organizaciones comunitarias de la zona. La temática fue Economía Social y Cooperativismo” (foto 5).

Con este programa se logró el tan fundamental intercambio de saberes y también trabajar sobre los principios de revalorización de las plantas nativas de la localidad. La fiesta fue de los jóvenes, que al principio estaban algo tímidos y luego comenzaron a intercambiar conocimientos: los de la Escuela Comunitaria de Astolfi enseñaron cómo reconocer especies y explicaron la importancia de las plantas nativas, mientras que los de Hudson extrajeron los tintes y enseñaron las técnicas aprendidas (foto 6). Fue una jornada donde sólo brillo la donación al otro del trabajo aprendido. 

El proyecto fue compilado en un libro, Herencia textil y ecosistemas, con el objetivo de difundir los logros y promover el desarrollo de emprendimientos textiles en la región. En una gran fiesta de cierre, se entregaron materiales para seguir con la propuesta y libros para difundir en las comunidades. Lo más importante es que ambos grupos pudieron donar al otro sus conocimientos y su amor por lo que hacen •

*María Alejandra Herrero es Ingeniera Agrónoma y Dra. en Salud Ambiental. Mónica Manolio es Profesora de Educación Inicial.

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