Cambio climático y la COP27 – En todas las regiones del mundo vemos desarrollarse, cada vez con más frecuencia y con mayor intensidad, eventos climáticos extremos: olas de calor, sequías y lluvias intensas, ciclones tropicales. El clima, influenciado por la variabilidad natural en años, está experimentando cambios tan acelerados como no se han visto en millones de años.
Por María Florencia Decarlini (Uruguay)
¿Por qué está cambiando así el clima?
Podríamos decir que el factor predominante en este cambio es el calentamientoglobal, resultado de las actividades humanas. Actividades que emiten gases como el dióxido de carbono, el metano o el óxido nitroso, que actúan como una manta aislante en nuestra atmósfera. De esta manera calientan la Tierra, dificultando la liberación de calor hacia el espacio, así como las paredes de un invernadero ayudan a mantener el aire interior más caliente que el aire exterior.
Con el desarrollo industrial, se han emitido cada vez más gases de efecto invernadero (GEI), especialmente debido al uso de combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas), pero también por las actividades agrícolas y la deforestación. Muchas de las áreas congeladas de la Tierra se están derritiendo rápidamente. El área del Océano Ártico cubierta por hielo marino en verano es ahora un 40% más pequeña de lo que era hasta la década de 1980. Las capas de hielo de Groenlandia y la Antártida se están reduciendo, al igual que la mayoría de los glaciares del mundo, agregando enormes cantidades de agua dulce a los océanos. Al absorber dióxido de carbono de la atmósfera, el océano se está acidificando, con el consecuente daño a la biodiversidad marina. En la Tierra aumentaron las precipitaciones, pero en regiones tropicales llueve cada vez más durante las estaciones húmedas y cada vez menos durante las estaciones secas. Podríamos decir que estas consecuencias negativas son en realidad una consecuencia indirecta del calentamientoglobal.
El mundo alcanzó un calentamiento de 1,1°C en la última década, pero a menos que haya reducciones rápidas, masivas y sostenidas en el tiempo de los GEI, será imposible limitar el calentamiento a 1,5 °C o incluso a 2 °C entre 2021 y 2040.
Cada región de la Tierra se ve afectada por el cambio climático de diferentes maneras. Pero cuanto mayor es el calentamiento, más fuerte y más extendidas son esas variaciones en el clima. Se estima que, en un plazo relativamente breve, gran parte de la superficie terrestre será inhabitable, con el consiguiente desplazamiento de pueblos enteros.
Para evitar que las temperaturas suban más, necesitamos urgentemente reducir a cero las emisiones de CO2 o tratar de eliminar el CO2 de la atmósfera, mediante procesos naturales de captura o por procesos biotecnológicos, objetivo conocido como “cero emisiones netas de dióxido de carbono”.
Se necesitan además fuertes reducciones de otros GEI, como el metano y el óxido nitroso. Si se puede lograr este objetivo, las temperaturas globales se pueden estabilizar, aunque no volverán a los niveles anteriores. Muchos de los cambios climáticos que ya han ocurrido no se pueden revertir. Solo detener, ralentizar o estabilizar.
¿Qué es una COP?
Las COP, cuyas siglas en inglés se traducen como Conferencia de las Partes de las Naciones Unidas sobre el Clima, reúnen cada año a delegados de los países del mundo con el objetivo de analizar la situación ambiental del planeta y tomar decisiones concretas contra el calentamiento global. La primera tuvo lugar en Berlín en 1995, y luego se han venido desarrollando para llegar este año a la edición 27 en Egipto, realizada en noviembre pasado. De todas ellas, la COP21 organizada en París en 2015 marcó un hito en la historia, por la firma del Acuerdo de París, un tratado internacional sobre el cambio climático firmado por 196 países. Su objetivo era limitar el calentamiento global por debajo de 2°C, preferiblemente a 1,5°C, en comparación con los niveles preindustriales. Para ello, se propusieron reducir al máximo de las emisiones de GEI.
Desde la entrada en vigor del Acuerdo de París se han logrado reducir parte de las emisiones de carbono. Cada vez más países, regiones, ciudades y empresas están estableciendo objetivos de neutralidad de carbono.
Estas soluciones se están desarrollando en todos los sectores económicos y ya se han neutralizado un 25% de las emisiones totales.
COP 27: ¿Qué objetivos se lograron?
Lo más importante fue el establecimiento de un fondo económico para ayudar a combatir las pérdidas y daños del cambio climático para países más vulnerables. También se mantuvo el objetivo de limitar el calentamiento global a 1,5 °C. Al mismo tiempo, no se pudo avanzar en el camino hacia el abandono de los combustibles fósiles, por lo que mientras que no seamos capaces de reducir las emisiones, tendremos que seguir pagando compensaciones.
Sin embargo, hubo un rechazo regional al acuerdo del metano para reducir un 30 % las emisiones en 2030. Este gas tiene una vida media corta en la atmósfera (10-12 años), pero ejerce un potente efecto invernadero (80 veces mayor que el dióxido de carbono). La mayoría del metano generado por la actividad humana procede del uso de combustibles fósiles (gas y petróleo), las minas de carbón, la agricultura y la ganadería, y la gestión de los residuos (vertederos). Mientras que para reducir las emisiones producidas por los primeros existe la tecnología necesaria, las posibilidades de reducción en la agricultura, y más concretamente en la ganadería, son más complicadas y generan mayor controversia.
En la actividad ganadera dos tercios de las emisiones globales de GEI son producidas por los rumiantes (vacas, ovejas, cabras) debido al metano generado en la fermentación de los alimentos en el rumen. Los rumiantes alimentados solo con forrajes de baja calidad generan mayores cantidades de metano que los que reciben suplementos y granos, pero pueden vivir en ambientes que no tienen otro uso. Sostener la ganadería en nuestra región, con estrategias que puedan aumentar la eficiencia productiva y mejorar la calidad de los forrajes para tener sistemas pastoriles eficientes, es crítico para la seguridad alimentaria y los ingresos de millones de personas. De este modo se podrá suscribir el acuerdo en un futuro no lejano.
Las COP son y seguirán siendo momentos importantes para catalizar la atención de la política y la sociedad, pero la toma de decisiones es demasiado lenta. La crisis climática no se resolverá con conferencias climáticas. Necesitamos cambios profundos en nuestra sociedad, a todos los niveles: financiero, energético, industrial e incluso en los estilos de vida. Cuanto más esperemos, más difícil será •
Bibliografía consultada: Informe sobre el cambio climático del IPCC (Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático), agosto de 2021.