¿Quién paga los daños de la inteligencia artificial?

Legislación – El Reglamento Europeo, el primero del mundo que intenta establecer reglas para el uso seguro por parte de la inteligencia artificial.

Por Sergio Barbaro (Italia)*

La evolución de la ciencia y la tecnología exige una reflexión sobre la relación entre la innovación y beneficios, por un lado, y el bienestar, salud, seguridad de ciudadanos y protección del medio ambiente, por el otro. El primer punto crucial a afrontar es la elección del modelo de gobernanza, es decir, el conjunto de principios, métodos y procedimientos para la gestión del desarrollo tecnológico. 

Desde esta perspectiva, hay dos visiones en confrontación: la primera no impone límites excesivos al desarrollo, a la producción y al comercio. Por lo tanto, los laboratorios y las empresas son libres para autorregularse o están sujetos a formas de regulación flexible, como códigos de conducta, códigos de ética y principios rectores (los llamados soft law). La orientación opuesta quiere, en cambio, límites precisos, obligaciones y responsabilidades de actores involucrados, al punto de prohibir nuevos productos en el mercado si los riesgos no se han tenido en cuenta.

El debate ahora avanza para la inteligencia artificial y sus aplicaciones: ¿quién es responsable del comportamiento de la inteligencia artificial oficial? ¿La inteligencia artificial puede ser legalmente considerada un agente autónomo de su creador y autor de desarrollo? ¿La inteligencia artificial puede estar dotada de respuestas legales? La propuesta del Reglamento de la Unión Europea (que aprobó el Parlamento Europeo a principios de año), pretende establecer normas armonizadas en términos de inteligencia artificial (IA Ley de 2021) y tiene un enfoque basado en el riesgo, es decir, clasificando la inteligencia artificial basada en riesgos. 

Una inteligencia artificial de “alto riesgo” es capaz de tener un impacto en derechos fundamentales, como la salud de personas. Está prohibido (art. 5) la venta y el uso de inteligencia artificial basada en técnicas subliminales o que exploren las vulnerabilidades de un grupo específico de personas, debido a la edad o discapacidad física o mental (como por ejemplo los juguetes asistidos por voz o videojuegos de alta gama que fomentan conductas peligrosas en niños) y también el uso de sistemas para asignar una puntuación social a autoridades públicas, a efectos de calificar la confiabilidad de las personas. Para otros sistemas de inteligencia artificial, la entrada al mercado es troleado y depende de una evaluación de cumplimiento estricto.

El Reglamento en cuestión es la primera ley en todo el mundo que regula plenamente el tema de la inteligencia artificial, ante realidades como las de EE.UU. y China, aún lejos de legislar sobre este asunto •

*El autor es Investigador en Derecho Privado Comparado

*Este artículo fue publicado originalmente en Città Nuova de Italia

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2 comentarios en «¿Quién paga los daños de la inteligencia artificial?»

  1. Muy buen artículo! Enorme valor poder acceder a estos contenidos en línea. Creo que el impacto de la IA realmente es de las mayores revoluciones teconológicas, culturales y sociales que atravesará la Humanidad. Sin dudas, es indispensable regular.

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