Gabriel Boric, presidente de Chile – Patagónico, egresado de Derecho, fiel a sus ideales y comprometido con la causa social, el presidente de la República tiene una gran tarea al comandar su país en tiempos de crisis.

Por Alejandra Vásquez Alvarado y Pablo Herrera Navarro

Es febrero y el presidente electo Gabriel Boric Font sigue con una intensa agenda de reuniones junto a sus asesores y un grupo político en la denominada “Moneda chica”, una casona ubicada en el sector oriente de Santiago y que recibió ese nombre por ser la antecesora de la casa de gobierno.

En las afueras de ese recinto un centenar de personas, entre las que se encuentran adultos, jóvenes y niños se dan cita con la intención de saludar al nuevo mandatario. Para un vecino de la zona este escenario se ha repetido todos los días, mucha gente llega con regalos, cartas y como buenos paparazzi están atentos con sus celulares ante cualquier aparición en el balcón del nuevo mandatario.

Según el experto electoral Víctor Hernández, el éxito de Gabriel Boric tiene una gran arista: “Está asociada con el contexto país postestallido social, donde no solo surgen nuevas formas de organización que visibilizan las demandas sociales sino también hay una exigencia distinta a la clase política, en ello su grupo de asesores fue capaz de leer y anticipar esa realidad, lo que hizo consolidar un proyecto que es creíble para la ciudadanía, pese a no lograr la mayoría en primera vuelta. Había una esperanza en esta nueva generación de políticos que inició sus actividades en las marchas de la mano de los movimientos sociales”.

Sin duda, el cambio de mando marca todo un precedente en la política actual en Chile. Gabriel Boric no viene de los conglomerados tradicionales; él es uno de los fundadores del Frente Amplio, coalición de partidos políticos de izquierda fundada en enero de 2017, cuyo objetivo es ser una alternativa al bipartidismo existente en Chile y su meta es crear otro tipo de administración del poder.

Uno de los factores a destacar en Boric es la cercanía con la gente, como lo expresa la experta en estudios latinoamericanos Verónica Gutiérrez: “El éxito de Gabriel se ejemplifica a través de una fuerte campaña en redes sociales de vinculación con muchas consignas que fueron agradables a grupos que por mucho tiempo no se sintieron representados”.

Cabe destacar que el nuevo mandatario inició su camino político en 2009 como dirigente estudiantil y luego como diputado a los 27 años. Llegó a La Moneda con 36 años tras ganar en mayo pasado una primaria de la izquierda en la que compitió con el abanderado comunista  Daniel Jadue, bajo la coalición Apruebo Dignidad que reúne al Frente Amplio y al Partido Comunista.

En las elecciones presidenciales, en la primera vuelta consiguió el 25,8 % de los votos y de cara a la segunda vuelta, en esta nación se vivió la mayor participación electoral desde la implementación del voto voluntario. Gabriel Boric consiguió agrupar bajo su candidatura a la centro izquierda una vez que moderó sus propuestas, principalmente aquellas de carácter económico, ganando esa elección con un 55, 8 % de los votos, siendo electo con el mayor número de votos en la historia de Chile.

También se lo reconoce como uno de los precursores en el gran acuerdo para el plebiscito de la nueva Constitución, que por un lado le hizo ganar un estatus político, pero retrocedió en el electorado de su sector. Tuvo costos por firmar un acuerdo que el Partido Comunista y la Mesa de Unidad Social criticaban por excluir a movimientos sociales e incluso algunas de las bases de su partido pidieron expulsarlo; a eso se suma una funa (N.d.R: repudio público) donde le arrojaron cerveza en el rostro. Fue entonces cuando se alejó por meses de la primera línea de decisiones del Frente Amplio, a la que regresaría con su candidatura presidencial.

Pero si de adversidades se trata, el pasado 19 de mayo logró reunir las 24 mil firmas para inscribir su candidatura en la primaria, tema que se veía complicado tiempo atrás.

Una de las características que resalta el filósofo Patricio Bahamondes sobre Boric es “una mayor sintonía con las personas jóvenes, lo que coincide con una renovación en la generación de los políticos, un nuevo grupo que genera altas expectativas en una población, que evidenció estar dispuesta a escuchar, creer en las promesas de su campaña y una batalla cultural que su sector político ha venido dando hace años en diferentes espacios de la sociedad”. Son factores que juegan a favor del nuevo mandatario, según Bahamondes.

El nuevo mandatario también hará historia por la conformación de su gabinete ministerial, ya que tendrá más mujeres que hombres, hecho inédito en el país, donde el Ministerio de la Mujer tendrá un rol de protagonista. “Les quiero pedir, en particular a los hombres, que nos tomemos en serio el feminismo, no es una banalidad, una respuesta posmoderna a demandas identitarias”, dijo el presidente con tono enérgico. Así como el ejemplo de los expertos que destacan su cercanía con las personas, el rol que jugará la Convención Constitucional. Boric es un defensor acérrimo de ese proceso y los constituyentes, que en su mayoría pertenece a su sector político, pueden marcar uno de los grandes legados de su mandato, dado que de aprobarse la Nueva Constitución, esta llevaría su firma.

Una nueva generación al poder
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