Minga, una manera de ser comunidad en fiesta

Hay expresiones que se usan cotidianamente que son reflejo de una historia, de una cultura, de una idiosincrasia, de una identidad compartida por los ciudadanos de un país.

Por Leonardo Araya (Chile)

ace varios años trabajando en cultivo de salmones, en un nuevo proyecto en Chiloé, me enfrenté con una situación rara, muy rara: un operario me pedía permiso para faltar al trabajo porque tenía que sembrar papas en su campo. Jamás podría haber imaginado que el permiso involucraba a más de la mitad de los trabajadores del centro de cultivo. En Chiloé muchas cosas no se hacen de forma personal o con trabajadores contratados, se hacen a través de una minga y, en este caso, no sólo involucraba a varios de los operarios, sino que le seguiría la siembra en el campo de otro trabajador y el otro y el otro…

La minga, en su concepción chilota, se refiere a un trabajo colectivo en que vecinos, amigos y parientes se unen para la realización de una tarea en particular, tales como la preparación del campo, minga de siembra, minga de cosecha, botadura de una embarcación, reparación de estructuras (galpón, cerco o muelle) y, la más espectacular y conocida, la de traslado de casa. Lo más entretenido es que el anfitrión agradece el apoyo con una fiesta, buena música y excelente comida; en muchos casos puede ser un cordero al palo o el tradicional curanto. En este sentido, la minga, como costumbre, es un verdadero evento social.

La minga o mingaco, del quechua mink’a (solicitar ayuda prometiendo algo), en su dimensión latinoamericana, es una costumbre prehispánica asociada a las regiones andinas, que en cada lugar presenta algunas diferencias. Aparece en Argentina, Chile, Colombia, Ecuador, Paraguay y Perú. La Real Academia Española la define como: “Reunión de amigos y vecinos para hacer algún trabajo gratuito en común” e indica el sinónimo de mingaco. 

Diferencia en cada país 

En Perú, este concepto se asocia a la cultura indígena precolombina andina, pero referida a actividades agrícolas y comunitarias. Las familias o grupos se unen para trabajar en construcciones de la comunidad como caminos, locales públicos o acueductos, y para apoyar a personas con problemas, como incapacidad, viudas, ancianos, etc. Con la migración hacia los poblados costeros, esta costumbre se ha generalizado en el resto del país.

En Ecuador la minga tiene el mismo sentido de trabajo orientado a objetivos y construcciones comunitarias en sectores rurales, pero su convocatoria está en manos de un dirigente o líder de la comunidad.

En varias zonas de Argentina aparece el concepto de minga como trabajo colaborativo, pero asociado a comunidades espontáneas o que se solidarizan a alguna afinidad concreta, en una perspectiva más de capacitación. Es así que aparecen mingas donde se enseñan o comparten técnicas, generalmente naturales, para la comunidad asociada. Es destacable también que esta costumbre es mucho más espontánea y abierta que en otros países.

En Colombia, este concepto de trabajo comunitario se mantiene en algunas zonas, sin embargo, la minga ha cambiado a un sentido más político en relación a organizarse socialmente para la defensa y reivindicación de los derechos de las comunidades indígenas. En este caso, prima la asociación por intereses, más que la comunidad local.

En Chile, principalmente en la Región de Los Lagos al Sur, especialmente Chiloé, zona donde predomina una estructura de producción pequeña-mediana, como campos, aserraderos, astilleros de ribera y otras actividades típicas que requieren por momentos de mayores recursos, por años ha sido solucionado a través de la solidaridad de los vecinos. Esta costumbre que sigue muy arraigada entre sus habitantes se aplica principalmente para preparar la tierra, sembrar, cosechar, levantar o reparar un galpón, lanzamiento de una embarcación, etc. Tareas cotidianas, de bajo perfil, que sólo genera atención por la fiesta de retribución del anfitrión, adornada de música y comida típica. Excepto por la minga de “tiradura de casa”, que se refiere a la convocatoria de la comunidad para trasladar una casa, galpón o incluso capillas de un lugar a otro. Es necesario aclarar que la arquitectura tradicional chilota se basa en construcciones de madera, por lo que, previo a algunos desanclados, retiro de muebles y ventanas, y reforzamiento con vigas estructurales, la construcción queda libre para ser desplazada sobre rollizos de madera. Algunos casos de mingas de tiradura de casa incluyen una breve navegación atravesando fiordos o canales para llegar a su destino. Las casas son apuntaladas, puestas sobre rollizos de madera y tiradas (de ahí el término “tiradura”) por yuntas de bueyes o tractores. En el caso de navegar, son las lanchas de los lugareños los encargados de remolcar la casa. 

Esta práctica se ha convertido en todo un fenómeno. Actualmente se planifican estas mingas en cada verano, generando verdaderos eventos turísticos que incluyen ventas de productos típicos y fiesta con música tradicional. En estos casos el trabajo voluntario supera a la comunidad, se incluyen turistas, autoridades y la prensa.

Fenómeno social

No nos perdamos del fenómeno social y solidario que significan las mingas. Es característico de éste el trabajo, el aspecto comunitario y desinteresado en apoyo a una persona o familia por el solo hecho de formar parte de su entorno social. Hay una relación propiedad privada-comunidad en la que se destaca la experiencia de actividades comunitarias o cooperativas, donde el beneficio es la comunidad o los socios; también se da este aspecto en algunas excepciones como traslado de capillas, reparación de lugares comunes, etc. En la minga chilota, cada miembro pone a disposición sus herramientas, su conocimiento, su tiempo e incluso sus mejores semillas, como parte del evento. Es lógico que también se compartan los dones para la fiesta, sea cocinando, contando anécdotas o formando parte del canturreo o baile.  Participar de la minga, se podría decir, significa ser parte, pertenecer a la comunidad, aportando a mantener la tradición y sabiduría del grupo y, además, en un ambiente de fiesta, fruto de la retribución del anfitrión. 

Cuando le preguntas a un turista, que ha viajado especialmente para “participar” de una minga, por qué está participando seguro su respuesta será “para experimentar el ambiente de comunidad en fiesta” •


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2 comentarios en «Minga, una manera de ser comunidad en fiesta»

  1. Gracias por la nota. Me encanta lo que enriquecen con estas publicaciones. Un gran ejemplo, que se remonta a muchos años atrás y que mantiene vigencia. Aquí, en Buenos Aires – y estimo que también en otras provincias – algo similar se da con las «Carneadas». Son juntadas entre parientes, vecinos y amigos, para trabajar en la carneada de un animal (vaca, cerdo, oveja, etc.). Cada uno pone su expertiz en práctica; alguien.hace las morcillas (con la.sangre del animal) , otros los embutidos (chorizos de campo), otros el depositado, etc.
    Hoy estamos sensibilizados con la situación de la «casa común». Tal vez, la matanza de animales para alimentos, requiera una revisión profunda, extensa y comprometida, para un desarrollo sostenible integral. Saludos

  2. La experiencia es hermosa.Pena grande lo de las salmoneras en Chiloé: se destruyó completamente el ecosistena local por la contaminación que acarrea…y las que quieren colocar en el Canal Beagle Tierra del Fuego,donde en este momento tenemos hasta la visita de ballenas y Ushuaia tiene un magnífico desarrollo turístico. Hermoso pueblo el de Chile cuyas tradiciones son un ejemplo.Gracias

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