El texto de la Idea del Mes* de junio 2025 nos interpela sobre el alcance que pueden tener nuestras acciones cotidianas frente a una realidad social, local y mundial, que podría desalentarnos.
Cada día ocurren acontecimientos terribles, de tal magnitud que nos hacen sentir impotentes: los migrantes que afrontan viajes de muerte en condiciones desesperadas, las poblaciones que viven la tragedia cotidiana de la guerra o las dramáticas injusticias sociales que afligen al planeta.
“¿Qué puedo hacer yo?”: es posible que esta pregunta nos paralice y nos encierre en un individualismo resignado. El primer desafío para la propia conciencia es dejarse interpelar precisamente por esa pregunta. “¿Qué puedo hacer yo?”
Se lo preguntaron en Italia los pescadores de las costas de Lampedusa, formando junto con la gente generosa del lugar verdaderas cadenas humanas, para tender la mano y tratar de salvar uno a uno, al menos a uno (y luego a diez, cien, mil…) de los náufragos desesperados abandonados a las olas del mar Mediterráneo. Se lo preguntaron las comunidades en las fronteras de las zonas de guerra (en Europa, en África, en Asia…), que abrieron las puertas de sus casas no por un cálculo político o económico, sino por una elección natural de compasión y acogida. Precisamente en estas situaciones es posible observar pequeños o grandes “milagros” cotidianos, que no son sueños utópicos, sino gestos que construyen la sociedad del futuro.
Buscar la esperanza, no esperar a que venga a nosotros: lo subraya el prof. Russell Pearce1 de la Fordham School of Law de Nueva York. Ha realizado entrevistas en dos organizaciones que promueven el diálogo y la paz entre israelíes y palestinos –Parents Circle y Combatants for Peace– con el objetivo de comprender cómo sus miembros lograron mantener sus relaciones después del 7 de octubre de 2023 y durante la posterior guerra en Gaza.
¿Por qué estos grupos mantuvieron sus vínculos e incluso se fortalecieron? Tanto los palestinos como los israelíes afirman que su diálogo ha sido transformador. Dicen que el suyo es un diálogo de amor. Un participante palestino observa: “La transformación que hemos vivido ha sido para cada uno de nosotros una experiencia muy sagrada y ha dejado en nuestras almas un impacto y también un vínculo profundo. Se trata de un viaje y un proceso que transforman al otro en un hermano”.
Un israelí observa de manera similar: “Trabajamos para construir confianza y convertirnos en una familia, años de un trabajo sagrado con todos sus desafíos, dinámicas y dudas”. Concluye Pearce: los sabios judíos enseñan que “si salvas una vida, salvas el mundo entero”; un palestino que dirige el programa juvenil de Parents Circle explicó: “Si cambias a una persona, cambias un mundo entero”.
Decía Chiara Lubich: “El aspecto más visible de la unidad es la fraternidad. Esta me parece ciertamente la vía más adecuada para ir contra corriente (…) para alcanzar más plenamente la libertad y la igualdad. (…) Es un camino válido para quienes tienen en sus manos el destino de la humanidad, pero también para las madres de familia, para los voluntarios que llevan fragmentos de solidaridad al mundo, para quienes ponen a disposición parte de las ganancias de su empresa para eliminar espacios de pobreza, para quienes no se rinden ante la guerra. La fraternidad que viene ‘de arriba’ y la ‘de abajo’ se encontrarán así en la paz”.2
*La Idea del Mes es elaborada por el “Centro para el diálogo con personas de convicciones no religiosas” del Movimiento de los Focolares. Se trata de una iniciativa nacida en 2014, en Uruguay, para compartir con amigos no creyentes los valores de la Palabra de Vida, que es la frase de la Escritura que los miembros del Movimiento se esfuerzan por poner en práctica en su vida cotidiana. Actualmente la Idea del Mes es traducida a 12 idiomas y se distribuye en más de 25 países, con adaptaciones del texto según las diferentes sensibilidades culturales. Encontralas en dialogue4unity.focolare.org
1. Pearce R.: “Dialogo e Pace sostenibili” [Ekklesia-Sentieri di Comunione e Dialogo- n.4 octubre-diciembre 2024].
2. Lubich C., No a la derrota de la paz, en «Città Nuova» n. 24/2003




1-profundizar mi comunión de bienes.
2-porfiar que la Gratuidad, la Justicia Social y la Fraternidad Universal son co-esenciales al Evangelio
3-rezar por quienes me y nos hacen daño.
4-No ceder y desenmascarar al Odio Social.
5-Insistir con la Comunidad de Naciones como modelo de convivencia universal, a pesar que muchos de adentro y de afuera quieran reducirnos a apéndice de una nación poderosa.
6-recordar que la economía tiene un lugar secundario respecto al bien común. No hay manera de ver a Jesús en el hermano si la economía es lo más importante de todo
Muchas gracias por el artículo! Cuántas veces frente a un mundo que a través de noticias nos muestra corrupción, guerras, catástrofes climáticas, violencia, etc podría parecer decirnos «no vale la pena hacer nada». Forma parte de equipos que trabajamos contra la trata de personas, realidad durísima que nos desalentaría antes de empezar. Capacito docentes, directivos, catequistas, etc. cuando me dicen es muy difícil, y se empieza a mencionar políticos, jueces, fuerzas de seguridad, les digo vean lo que uds pueden hacer no, lo que no hacen los demás. Y me ayudan dos frases una de Chiara Lubich que decía que nosotros tenemos que hacer el 1% y así Dios puede hacer el 99%, y la de Madre de Teresa «lo que yo hago es una gota en el mar, pero si falta el mar no está completo». En este año de Jubileo, tomé como lema para esta actividad de ahora en más «peregrinos de esperanza», allí pongo mi mirada y fuerzas.