Visita a la Mariápolis Lía – Una delegación de musulmanes chiítas estuvo en la ciudadela de los Focolares en O’Higgins, provincia de Buenos Aires. El Sheik Dr. Mohammad Ali Shomali describió a las Mariápolis como “una obra de arte de Dios”.
Por Mily Dallacaminá y Ana Tano (Argentina)
Luego de estar varios días en la Mariápolis Ginetta de Brasil, una delegación musulmana chiíta llegó a Buenos Aires de la mano del Sheik Dr. Mohammad Ali.
Shomali es doctor en Filosofía de la Universidad de Manchester (Reino Unido), fundador y director del Instituto Internacional de Estudios Islámicos en Qom (Irán) y director del Centro Islámico de Inglaterra. Está muy comprometido con el diálogo interreligioso y ha participado en simposios en distintos países de Asia, África, Europa y Norteamérica. La delegación en total estaba conformada por siete personas procedentes de Reino Unido, Canadá, Estados Unidos y Argentina (Tucumán).
Tras haber visitado en lo que va del año otras seis ciudadelas de los Focolares en el mundo, la delegación llegó a O’Higgins para conocer las particularidades de la vida en unidad que se experimenta en el Cono Sur. “Cuando uno conoce una obra de arte muy bella, no se contenta con esa solamente, sino que va a buscar otras obras del mismo artista. Eso son para mí las Mariápolis: una obra de arte de Dios”.
El Dr. Shomali conoce el Movimiento de los Focolares desde hace ya muchos años y ha participado de muchos encuentros, entre ellos con Chiara Lubich, con Palmira Frizzera (una de las primeras compañeras de Chiara), y distintos encuentros interreligiosos. En la actualidad está muy vinculado a la Universidad Sophia, donde con Piero Coda (profesor de Ontología Trinitaria) iniciaron el proyecto “Alas de unidad”.
Dentro de su recorrida por la ciudadela, además de visitar cada uno de sus lugares, con la historia que los precede y los atraviesa, los visitantes pudieron percibir el modo de vida que se propone y se practica por todas las personas que son parte de la “familia” de la Mariápolis. “En cada Mariápolis encontramos personas que dedican su vida para seguir a Dios y construir la unidad”, describió el Dr. Shomali. Durante los dos días de su visita se compartieron momentos de oración, comidas, se visitó la sede de la Universidad Sophia ALC (varios de los visitantes son estudiantes en la sede italiana), la capilla, la fábrica de galletitas de Economía de Comunión, etc.
Cada edificio, sector, institución, casa, barrio de la ciudadela era una oportunidad para escuchar preguntas y relatos que ayudaban a descubrir las motivaciones, propósitos, ideales, creencias religiosas que transmitían la esencia y el sentido del estilo de vida de la Mariápolis. La visita al cementerio fue uno de los momentos más conmovedores y trascendentes, donde conocieron historias de quienes buscaron con su vida la unidad, vidas de mucha entrega, tales como la de Cecilia Perrin.
Varios acompañantes de la delegación, aun estando inmersos en distinta medida en el diálogo interreligioso, quedaron impactados al conocer cuánto hay en común entre ambas religiones abrahámicas (cristianismo e islam) y los deseos profundos de unidad y fraternidad. En cada uno de los momentos de intercambio, sobre todo durante las comidas, se puedo sentir esta realidad de fraternidad, con un nivel de apertura, respeto y gran profundidad, donde incluso no faltaron las risas y alegría.
Uno de los que acompañó en todo momento fue Roberto Catalano, especialista en diálogo interreligioso, profesor de la Universidad Sophia, quien vivió 28 años en la India. Con su presencia simple y alegre contó historias, escuchó con profunda atención y afectividad, animó a acortar distancias y a ir todavía más en profundidad.
Hubo un momento especialmente dedicado a conocer la Escuela de Formación para Jóvenes que ofrece la Mariápolis, en la que los miembros de la delegación estaban particularmente interesados, ya que ahí veían esta búsqueda de unidad en la intergeneracionalidad, en la formación para la Unidad.
La visita se trató de otro espacio para conocer acerca del trabajo por el Diálogo, sobre lo que ellos reflexionan “ya estamos en un momento ´más allá del diálogo´. No nos posicionamos desde lo que nos diferencia para hacer un intercambio de esas particularidades, sino que vemos lo que nos une, que es mucho más grande, entonces vivimos una verdadera comunión”. Cabe mencionar que esta experiencia no es solamente individual, sino que es superlativamente colectiva, ya que “cada uno es como una gota del amor de Dios en nosotros, pero juntos somos una laguna, un reflejo mucho mayor, más completo de Su amor”.
El diálogo no se improvisa
La experiencia de diálogo cristiano-musulmán entre Focolares y musulmanes chiítas del grupo del Dr. Shomali ya lleva más de 18 años. Quizás por eso fue tan simple sumergirse en esa realidad sobrenatural. Como decía Mohammad Shomali, estamos más allá del diálogo, esto es comunión.
Es en este sentido que la propuesta de este grupo es conocer en cuerpo y alma los distintos lugares donde ven una experiencia de vida cristiana, es comprometerse de lleno con esta comunión en el compartir cotidiano. Comunión en la que lo espiritual y lo humano se combinan a la perfección, donde cielo y tierra se encuentran para hacer un presente de plenitud. Sin dudas, como alguien dijo, esta visita “fue un hito muy importante para la Mariápolis Lía” y “su presencia nos ha recordado una vez más la vocación al diálogo a 360º al que estamos llamados”.
La invitación parte de la simpleza de que “compartimos las dos cosas más importantes que nos constituyen: compartimos nuestra humanidad, y compartimos Dios”, como se expresó al final de la visita. A partir de eso, sólo hay lugar para hacer una experiencia de unidad. Todo tipo de diferencias que podamos mencionar –culturales, religiosas, de experiencias vividas, entre muchas otras– son enormemente menores frente a la certeza de que la unidad es el camino a la plenitud como expresión del Amor en nuestras vidas •