Conservatorio de Música Miguel De Cervantes – Nicolás Maggi Berrueta es violinista y, con 17 años, fundó este conservatorio en la localidad uruguaya de San Jacinto, que brinda clases gratuitas a jóvenes para ofrecerles la posibilidad de iniciarse en el camino de la música. A partir de esa acción, el joven fue nombrado Embajador de la Paz por el Consejo Honorario de la V Edición de la Cumbre Mundial de las Artes, las Ciencias y la Espiritualidad por la Paz y la Vida.
por Ignacio Amaro (Uruguay)
La iniciativa que se le ocurrió a Nicolás Maggi Berrueta, un año atrás, estaba vinculada con la música. Así fue como decidió crear un conservatorio en la localidad de San Jacinto, Uruguay, que ofrece a muchos chicos la oportunidad de acceder al estudio de instrumentos. Con esta idea, Nicolás busca que la propuesta educativa en el interior del país llegue al mismo nivel que en Montevideo, la capital, y que las distancias puedan acortarse.
El proyecto del joven está muy vinculado con su historia personal. Sus eternos viajes para poder terminar los estudios de violín lo motivaron a crear un espacio que ofreciera a otras personas lo que él no tuvo. En un primer momento, la propuesta del Conservatorio de Música Miguel de Cervantes había quedado solo en “los buenos deseos”. Pero, con el paso del tiempo, el violinista fue creciendo como profesional y la comunidad comenzó a conocer su historia. Hoy, el conservatorio es una realidad.
En diálogo con Ciudad Nueva, Nicolás Maggi Berrueta cuenta: “Comenzó siendo solo una idea en el año 2020. Más que nada, era una idea basada en mi historia personal, ya que para mí no fue muy fácil el hecho de poder estudiar. Tenía que viajar largas horas y se me hacía muy difícil. Durante seis años viajé más de dos horas en bus a otro departamento, para poder estudiar. Era muy difícil para mí, que soy del interior del Uruguay, aprender violín”.
Para el joven, el apoyo de su madre ha sido fundamental, no solo para llevar adelante la iniciativa, sino, también, para aprender violín. Siempre se sintió “privilegiado” por poder contar con ella, y destaca el contraste con muchos de sus amigos talentosos en la música, que, por falta de recursos o porque los padres no podían acompañarlos, debieron dejar de estudiar.
Concretamente, el disparador para empezar a dar forma a lo que hoy es el Conservatorio de Música Miguel de Cervantes ocurrió durante la pandemia. Con la idea en la cabeza, las ganas de Nicolás se cruzaron con Carlos Palma, que hace varios años lleva adelante el proyecto Living Peace. “Tuve la oportunidad de conocerlo y, por suerte, se interesó mucho en el proyecto, así que decidió darle un muy buen apoyo a la difusión. Así, empezaron los lazos del Conservatorio con Living Peace”, rememora el joven músico.
Tras un arduo trabajo, el 21 de septiembre de 2021 (Día Internacional de la Paz) quedó inaugurado el Conservatorio de Música Miguel de Cervantes, en la pequeña localidad de San Jacinto. El impulso para la creación del espacio tuvo varias colaboraciones. El director de orquesta Julio Aparicio, quien enseñó a tocar el violín a Nicolás, aportó a la iniciativa. “Aparicio es un gran maestro para mí, con mucha calidez humana. Es muy lindo ver al maestro que te enseñó a tocar por primera vez”, sostuvo Nicolás. El referente de Living Peace, Carlos Palma, sostuvo la iniciativa con recursos para comprar los instrumentos. “Carlos es una persona muy especial para el conservatorio. Apoyó enormemente, desde el primer momento. El día de la inauguración nos dio una sorpresa a todos con videos de muchos Embajadores de Paz que mandaron saludos de apoyo”, destaca el violinista. Por su parte, Palma calificó la jornada de apertura como muy conmovedora. “Todos los adolescentes tienen sueños. Algunos quieren ser atletas, otros, directores de orquesta o futbolistas, pero no siempre se logran realizar. Muchas veces, porque la sociedad lo impide, porque significa ir contra la corriente y no se tiene el apoyo para hacerlo. Ver todas esas personas que estaban apoyando a Nicolás y festejando la realización de su sueño fue una cosa muy bonita, que da esperanza”, dijo.
Actualmente, el espacio cuenta con 50 chicos que toman clases de forma gratuita. Con entrada libre para todos aquellos que deseen estudiar música, el objetivo es que, si lo desean, puedan hacerlo. Que la distancia o la realidad económica no sean un obstáculo. Como explica su creador, que no se tengan que preocupar por cuánto dinero tienen que invertir para poder tener estudios musicales.
Además de esos 50 chicos, el conservatorio ya tiene en su haber dos conciertos realizados. Las propuestas al día de hoy son violín, solfeo y piano, pero la escuela está buscando implementar clases de chelo y contrabajo. Según explicó Maggi Berrueta, actualmente hay dos chelos y dos contrabajos, pero, para comenzar a dar clases, precisaría más instrumentos de este tipo. De esa manera, cubriría a todos los estudiantes. “Hay chicos de bajos recursos que no tienen posibilidades de comprar un instrumento. Un chelo sale más de 600 dólares y un contrabajo supera los 1000 dólares. Es complicado para una familia poder comprar esos instrumentos, entonces, tratamos de comprarlos nosotros y prestárselos a los alumnos para que puedan estudiar”, explica el fundador del Cervantes.
Para él, Uruguay debe lidiar con una problemática con respecto a la música, ya que considera que no es muy reconocida a nivel social. Mucho más, dice, si eso se traslada al interior del país. “Hoy en día, pasa que, como la medicina u otras disciplinas, todo está centralizado en Montevideo. Entonces, para la gente del interior es complicado poder trasladarse para estudiar en las universidades”.
El joven también detalló que la idea del conservatorio es que los jóvenes puedan iniciar allí sus estudios, pero desarrollando, además, valores que los formen no solo como profesionales, sino, también, como personas. Que en esa escuela, los estudiantes puedan desarrollar otra mentalidad, que entiendan lo que significa estar en una orquesta y que estén mejor preparados al momento de ir a Montevideo.
“Queremos que, si en un futuro, algunos de los chicos tienen la posibilidad de salir del país, que sin duda la van a tener, lleven consigo la historia de aquellos comienzos en el Conservatorio Miguel de Cervantes, en donde vivieron muy lindos momentos. Inclusive, si yo, en un futuro, tengo la posibilidad de irme de Uruguay, sería muy emocionante ver el conservatorio funcionando, repleto de chicos, con sus violines, yendo a clases”, señaló Maggi Berrueta •
Inauguración del Dado de la Paz en San Jacinto (Canelones)
El pasado viernes 13 de agosto, el Conservatorio Miguel de Cervantes realizó un concierto de música clásica en San Jacinto. La actividad contó con el apoyo de la Fundación Living Peace y el Municipio de San Jacinto. En la gala se presentó el “Dado de la Paz” de Living Peace, una iniciativa que apuesta a la paz a través del juego. Living Peace es una fundación internacional en la que participan 130 países. Maggi contó que muchos chicos de otros lugares mandaron saludos, y que embajadores de esta organización internacional concurrieron al concierto. De esta manera, el dado, ubicado en la ciudad de San Jacinto, se convirtió en el más grande de Uruguay.