Elecciones en Chile – Tras el aplastante triunfo del Rechazo hacia la nueva Constitución, el presidente, Gabriel Boric, realizó un fuerte cambio de gabinete en las carteras políticas. ¿Por qué la mayoría de la población chilena se opuso a reformar la Carta Magna? ¿Cómo recibió las nuevas propuestas constitucionales? ¿Qué complejidades atravesó el proceso de decisión?

por Pablo Herrera Navarro (Chile)

El histórico proceso vivido en Chile para redactar una nueva Constitución sufrió un duro traspié el pasado 4 de septiembre. Tras la votación, la opción Rechazo se impuso con el 61,86 % frente a la opción Apruebo, que obtuvo el 38,14 %. Un polémico proceso de trabajo, propuestas que generaron temor y la caída en las encuestas del presidente, Gabriel Boric, explican, en gran parte, el rechazo al nuevo texto constitucional, que seguirá siendo el mismo que rige desde 1980.

Los escrutinios indicaron que más de la mitad de los votantes se opuso a cambiar la Constitución vigente por otra, que reconocía nuevos derechos en salud, aborto, educación, pensiones y medioambiente, además de consagrar una plurinacionalidad indígena. La nueva propuesta fue apoyada por apenas el 38,14 % de un total de 13 millones de chilenos que participaron de los comicios, lo cual fue, por otra parte, un récord de participación.

Con los resultados entregados, Boric, que junto a su Gobierno es un ferviente partidario del nuevo proyecto, admitió: “El pueblo no quedó satisfecho con el trabajo de la Convención, ha exigido una nueva oportunidad para encontrarse y se debe estar a la altura”.

Tras los desoladores resultados, que provocaron un terremoto político en un Gobierno que se postulaba como un impulsor de la Nueva Carta Magna, el presidente decidió implementar modificaciones. Una de ellas fue su primer cambio de gabinete, donde se destaca la llegada de Carolina Tohá como ministra de Interior.

Tras los anuncios, Boric comentó: “Vamos a enfrentar tareas difíciles, y el objetivo es enfrentar, junto con quienes se quedan, las urgencias ciudadanas. Con algunos de ustedes, antes, hemos tenido diferencias, sin embargo, el bien de Chile nos pide encontrarnos y superarlas”.

Respecto del resultado que gatilló el cambio de gabinete, el mandatario dijo que “los procesos de transformación social son de grandes alientos, los cambios no se hacen de la noche a la mañana, no podemos olvidar esa gran lección de la historia”.  

La propuesta de 388 artículos que tenía la nueva Constitución fue considerada como vanguardista por varios analistas, aunque advirtieron que también contenía propuestas que parte de la población consideró muy radicales, sobre todo, en el ámbito político.

Para la cientista política Carolina Palma, uno de los factores del triunfo del rechazo fue el cambio del voto voluntario al obligatorio, sobre el cual indicó: “Hace una diferencia considerable en los resultados. La participación aumentó bastante y, por lo tanto, entraron en juego muchos votantes que no habían sido escuchados anteriormente por la institucionalidad. Eso hace que, en ese sentido, ambas elecciones sean poco comparables. Por otro lado, creo que es evidente que la mayoría de las personas quieren un cambio constitucional. Pero este 4 de septiembre, como hubo un plebiscito, elección que tiende a polarizar, cualesquiera hayan sido las razones para el disgusto de la población por la propuesta constitucional, existía un incentivo mucho más grande para rechazar ese texto”.

Otro de los factores, a juicio de Palma, se dio en el fallo comunicacional del proceso constituyente, tanto para explicar el texto como en el comportamiento de los convencionales. A esto, se suma la gran diferencia presupuestaria entre los comandos (Apruebo-Rechazo), que influyó en la percepción de la ciudadanía respecto del texto constitucional.

Uno de los asesores de los constituyentes fue el abogado Francisco Orrego, que, en sus variadas intervenciones, se mostró enfático al señalar que el triunfo del rechazo no se puede atribuir a ningún sector político: “No estamos hablando de que, acá, la derecha se impuso en las urnas. Fue una victoria de la centroderecha, del centro, de la centroizquierda y los independientes, que se manifestaron en contra de un mal trabajo. Acá no es un triunfo que permita salir a celebrar abiertamente”.

Orrego agregó que el país salió victorioso de un proceso difícil: “Chile le dijo no a un proyecto frenteamplista-comunista que era refundacional. Se le dijo no a la plurinacionalidad, a un sistema político debilitado, le dijo un no rotundo a la falta de libertad de acción. También es un no al crecimiento del aparato estatal, y ahora vendrá un nuevo proceso”.

Daniel Stingo, el constituyente más votado en las elecciones de 2021, tomó la palabra en su programa radial “La Voz de los que sobran” y se refirió a las causas de la derrota del trabajo realizado, apuntando problemas de desinformación y noticias falsas en torno a la campaña del rechazo. “Difundieron mensajes absolutamente falsos, engañosos y artificiales, no hubo forma de contrarrestar esa campaña. El dinero invertido y la desidia del Gobierno fueron determinantes”, dijo.

“El grupo de derecha, al no alcanzar en la elección de convencionales el tercio que le permitía bloquear los cambios y las propuestas de las grandes mayorías transformadoras, optó, desde el primer día, por boicotear el proceso y manipular el resultado”, aseguró Stingo, que también se preguntó por qué el Gobierno, sabiendo la forma de operar de la derecha, no actuó en consecuencia. “Debió, desde el primer día, comenzar una campaña informativa desplegando y entregando toda su energía y recursos a dicha campaña”, consideró.

En la actualidad, siguen las rondas de conversaciones del Gobierno, encabezadas por el presidente Boric con los diferentes sectores políticos. Si bien el detalle será conocido en las próximas semanas, existe un acuerdo mayoritario de que no pueden cometerse los errores del pasado.

Dentro de los puntos a los que se ha llegado a un consenso, está el de mantener algunos de los términos que se aplicaron para la primera Convención, como el carácter de República Democrática de Chile, los tratados internacionales firmados y ratificados, y las sentencias judiciales firmes y ejecutoriadas •

En búsqueda de un nuevo mecanismo constitucional
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