Correo de lectores

Cultura

¿Qué puedo hacer yo?

Algunos lectores escribieron su respuesta a la pregunta con la que se tituló el artículo de Enfoque de la edición anterior. Compartimos algunas de ellas: 

1-Profundizar mi comunión de bienes.

2-Porfiar que la Gratuidad, la Justicia Social y la Fraternidad Universal son co-esenciales al Evangelio.

3-Rezar por quienes me y nos hacen daño.

4-No ceder y desenmascarar al odio social.

5-Insistir con la Comunidad de Naciones como modelo de convivencia universal, a pesar que muchos de adentro y de afuera quieran reducirnos a un apéndice de una nación poderosa.
6-Recordar que la economía tiene un lugar secundario respecto al bien común. No hay manera de ver a Jesús en el hermano si la economía es lo más importante de todo.

Julio Ruiz

¡Muchas gracias por el artículo! 

Cuántas veces frente a un mundo que, a través de noticias, nos muestra corrupción, guerras, catástrofes climáticas, violencia, etc., podría parecer decirnos “no vale la pena hacer nada”. Formo parte de equipos que trabajan contra la trata de personas, realidad durísima que nos desalentaría antes de empezar. También capacito a docentes, directivos, catequistas, etc. Cuando me dicen “es muy difícil”, y se empieza a mencionar políticos, jueces, fuerzas de seguridad, les digo que vean lo que ustedes pueden hacer, y no lo que no hacen los demás. Y me ayudan dos frases: una de Chiara Lubich, que decía que nosotros tenemos que hacer el 1% y así Dios puede hacer el 99%; y la otra, de Madre Teresa: “Lo que yo hago es una gota en el mar, pero si falta, el mar no está completo”. En este año de Jubileo, tomé como lema para esta actividad de ahora en más: “Peregrinos de esperanza”. Allí pongo mi mirada y fuerzas.

Marcela Villares

A la pregunta “¿qué puedo hacer yo?” respondería que antes que sucumbir a la tentación del desaliento, debo duplicar los esfuerzos y energías necesarias para promover el acercamiento y el diálogo constructivo con el otro, con los que me están próximos y piensan distinto. Es esa, pienso, una manera de construir puentes y relaciones positivas y enriquecedoras con mis semejantes. Creo que esa puede ser una manera concreta de hacer mi aporte a la PAZ.

José Luis

Cultura

Minga, una manera de ser comunidad en fiesta

Gracias por la nota. Me encanta lo que enriquecen con estas publicaciones. Un gran ejemplo, que se remonta a muchos años atrás y que mantiene vigencia. Aquí, en Buenos Aires –y estimo que también en otras provincias argentinas– algo similar se da con las “Carneadas”. Son juntadas entre parientes, vecinos y amigos, para trabajar en la carneada de un animal (vaca, cerdo, oveja, etc.). Cada uno pone su expertís en práctica; alguien hace las morcillas (con la sangre del animal), otros los embutidos (chorizos de campo), otros el depositado, etc.

Hoy estamos sensibilizados con la situación de la “casa común”. Tal vez, la matanza de animales para alimentos requiera una revisión profunda, extensa y comprometida, para un desarrollo sostenible e integral. Saludos.

Luis Daniel Diaz

La experiencia es hermosa. Pena grande lo de las salmoneras en Chiloé: se destruyó completamente el ecosistema local por la contaminación que acarrea. Y las que quieren colocar en el Canal Beagle, Tierra del Fuego, donde en este momento tenemos hasta la visita de ballenas y Ushuaia tiene un magnífico desarrollo turístico. Hermoso pueblo el de Chile cuyas tradiciones son un ejemplo. Gracias.

Experiencia

Caminando por Dragones en la construcción de la proximidad

¡Preciosa experiencia! Es la continuidad de la vida partiendo del reconocimiento de quienes nos precedieron que hace bella la familia de los Focolares. ¡Hermoso artículo! ¡Gracias!

Iliana

Es así, vivo por un Mundo Unido, trato de hacer mi sonrisa, mi oración, mi consuelo, mi amor de paciencia y encanto. Hacia mi marido, mis hijos y cualquier próximo que se me presente. Gracias por todo.

Perla S.

Para mí conocer la Mariápolis Lía y pasar unos días allí fue suficiente, como haber estado en el Cielo. Fue una experiencia muy hermosa, y a todo el que puedo se lo comento. Gracias eternamente a Chiara y Lía, la cual un día estuvo sentada al lado mío.

José Luis

¡Qué lindo testimonio de entrega al hermano necesitado, que fortalece el servicio y nuestra Fe vivida con entrega amorosa y desafiante!

Silvia D.

¡Qué lindo! Debemos ser constructores de relaciones positivas, de paz y de esperanza.

José Luis

Correo de lectores
Comparte en tus redes sociales

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll hacia arriba