El estrés

Atractivos de un carisma

Por Sonia Vargas Andrae (Bolivia)

Dos aspectos importantes caben resaltar del texto de Chiara Lubich que presentamos. El primero es el valor de la salud y de la alegría. En un primer momento parece estar en la periferia de su pensamiento, sin embargo, es vital y central, es la vocación primera de toda persona. El segundo aspecto es la centralidad de Jesús Abandonado. Para Chiara, Jesús Abandonado es la expresión viva y profunda de todos los amores y de todos los dolores. Por ello, cuando hablamos de la ausencia de la salud, es lógico centrarse en Jesús Abandonado que hace suya toda la fragilidad humana. Depresión, estrés, ansiedad, las enfermedades más típicas de nuestra época, han sido asumidas por Jesús Abandonado, sólo por esto aceptadas y amadas, no por la enfermedad en sí, sino porque en ellas está la persona de Jesús que en su grito desbordante de amor por el ser humano y el creado las hace suyas dándonos la posibilidad de transitarlas en la esperanza y la paz. Así lo explica Lubich:

Por lo que se refiere al estrés, hay que poner en práctica lo que voy repitiendo desde cuando he alentado a elegir sólo a Jesús Abandonado como propio ideal de la vida. Decirle: “eres tú, Señor, mi único bien” porque te elegí a ti; no elegí a otros. Por lo tanto, yo te quiero a ti. Si me das alegrías, para fortalecerme, de manera que sea más fácil abrazar luego al dolor, las recibo con gusto. Pero yo he elegido el dolor, porque allí estás tú. También el estrés es un sufrimiento.

Ciertamente hay que hacer la propia parte para no caer en esas circunstancias dolorosas, pero si luego sobrevienen: “eres tú, Señor, mi único bien”1mentar en esta época –junto a muchas otras beneméritas y valiosas organizaciones– la unidad y la paz en nuestro planeta (…) Se trata de una nueva línea de vida, de un estilo nuevo adoptado por millones de personas que, inspirándose fundamentalmente en principios cristianos –sin abandonar, más aún, evidenciando valores paralelos presentes en otros credos y culturas diferentes– ha dado a este mundo, necesitado de reencontrar y de consolidar la paz, justamente paz y unidad. Se enfoca en una nueva espiritualidad actual y moderna: la espiritualidad de la unidad.

Pero, ¿la paz y la unidad que se construye son de actualidad? Como todos sabemos y podemos constatar, hoy el mundo está caracterizado por tensiones: entre sur y norte; en el Oriente Medio, en África; guerras, amenazas de nuevos conflictos, y de otros males típicos de nuestra época. No obstante, hoy paradójicamente, parece que el mundo tiende a la unidad y por lo tanto a la paz: es un signo de los tiempos.

En este contexto es en el que debe verse también el Movimiento de los Focolares y su espiritualidad. Ésta no sólo es vivida individualmente, sino comunitariamente. En efecto, tiene una dimensión comunitaria extraordinaria. Ahonda sus raíces en algunas palabras del Evangelio, que se engarzan la una en la otra. Cito aquí solamente algunas. En primer lugar, presupone, para los que la viven, una profunda consideración de Dios por lo que Él es: Amor, Padre. ¿Cómo podría pensarse en la paz y en la unidad en el mundo sin la visión de toda la humanidad como una única familia? ¿Y cómo verla de esta manera sin la presencia de un Padre de todos? Requiere, pues, que abramos el corazón a Dios Padre, que no abandona a sus hijos a su propio destino, sino que los acompaña, los protege, los ayuda; que, conociendo al ser humano en lo más íntimo se ocupa de cada uno, en todos los detalles; cuenta hasta los cabellos de su cabeza… que no pone sobre sus espaldas cargas demasiado pesadas, sino que es el primero en llevarlas. No deja únicamente en manos de los hombres la renovación de la sociedad, sino que Él mismo se ocupa. Creer en su amor es el imperativo de esta nueva espiritualidad; creer que somos amados por Él personalmente e inmensamente. Creer. Y entre las mil posibilidades que la existencia ofrece, elegirlo a Él como Ideal de la vida1.

1- Chiara Lubich, Premio Unesco para la educación a la paz, París, 17 de diciembre de 1996

test 1
test 2
El estrés
Comparte en tus redes sociales
Scroll hacia arriba