Editorial
Marzo es un mes de comienzos, un mes de reencuentros, de retomar proyectos y pensar en nuevos inicios. Esto puede resultar un poco desafiante para quienes vienen de un momento de pausa y de descanso. Pero también podemos recibirlo con el entusiasmo de lo nuevo que viene, con la posibilidad que nos trae de recomenzar y de reiniciar de forma distinta eso que veníamos haciendo.
Para esto es que tomamos una clave, un paradigma desde el cual mirar todo lo que hacemos. Nuestras relaciones, nuestro trabajo, nuestro hogar, nuestra espiritualidad, todo esto puede ser atravesado por una idea, una premisa. Esta idea es la proximidad. La tomamos, así como todo el Movimiento de los Focolares lo hace, por haber sido elegido como tema del año, una propuesta para trabajar juntos en este aspecto a la luz de la unidad, los unos con los otros.
Las tareas de acompañamiento, de cualquier tipo, son expresión concreta de esa búsqueda de cercanía, porque ponen el valor en el vínculo que se construye, en el “hacerse uno con el otro”, hasta dejar en segundo plano la actividad que los convoca. Un compromiso con la relación con el otro como primera tarea a la hora de pensar en un camino recorrido de a dos, acompañando el proceso de crecimiento del otro.
En esta edición elegimos pensar en la pedagogía como una de esas tareas de acompañamiento, atravesada por el deseo de crecer en la proximidad. Traemos, entonces, algunas experiencias concretas de cercanía intergeneracional, que proponen el aprendizaje como un motivo para crecer en la búsqueda de hermanarnos, y hacer de esto un estilo de vida.
Puede ayudarnos en este camino conocer, en palabras de Margaret Karram, Presidenta del Movimiento de los Focolares, por qué es la proximidad la clave elegida para trabajar en el presente, cómo la Educación Unidad propone las tareas pedagógicas de acompañamiento, y experiencias concretas que ilustran estos desafíos.
Además, algunas nuevas secciones de la revista nos ponen en sintonía con el año jubilar que la Iglesia celebra este 2025, y con los proyectos que la Obra de María ofrece a jóvenes y adultos que desean involucrarse en el trabajo concreto por un mundo más unido. Entonces, también nosotros tenemos algunos nuevos inicios con estas secciones, así como continuamos con los testimonios, experiencias, y propuestas al diálogo que nos caracterizan y que tanto nos gusta compartir con ustedes.Esperamos que los contenidos de Ciudad Nueva puedan acompañar el camino que cada uno hace día a día en la búsqueda de construir relaciones nuevas, que nos acerquen más profundamente. Les deseamos un excelente comienzo de nuevos proyectos y continuación de un gran año •

