Tradición – Las Fiestas Patrias en Chile son más que un simple feriado. Son un momento de gran importancia cultural e histórica, donde el país entero se une para conmemorar su Independencia y rendir homenaje a su identidad nacional.
Por Leonardo Araya (Chile)
La forma geográfica tan particular de Chile, que atraviesa más de 4000 kilómetros de norte a sur, le permite contener paisajes muy variados. Desde el desierto más seco del mundo en Atacama, hasta el mar más frío y peligroso en el Cabo de Hornos, al extremo sur del continente. Esto condiciona y determina a las distintas tradiciones que se desarrollan a lo largo de su territorio. En el norte se destacan carnavales y endiabladas, orientados a celebraciones religiosas. En la zona central están los rodeos, vendimias y domaduras de caballos, más asociado al campo. Al sur, en Chiloé, se destacan las mingas y curantos, o la Fiesta de la Cerveza en la zona de los Lagos. En Punta Arenas se conocen la Fiesta de la Esquila y el Carnaval de Invierno, famoso por el chapuzón masivo en las gélidas aguas del Estrecho de Magallanes. Sin embargo, existe una fiesta tradicional chilena que abarca todo el territorio, e incluso más, y es la celebración de las Fiestas Patrias. Se realizan en septiembre de cada año, específicamente el 18 y 19, pero también sus días aledaños, de tal forma que se aseguren entre tres y cinco días de fiesta1.
Ya su fecha establece una particularidad histórica, puesto que se festeja la independencia del país a pesar de que la Declaración de Independencia se realizó un 12 de febrero de 1818. En cambio, el 18 de septiembre de 1810 se realizó la primera Junta Nacional de Gobierno, donde se prometía fidelidad al rey de España, pero se lo considera como el inicio del proceso independentista. Por eso, en 1915 se fijó el 18 de septiembre como conmemoración de la Independencia nacional, y el 19 de septiembre como celebración de las Glorias del Ejército, que recuerda a las victorias militares que marcaron la historia del país.
Dentro de la formalidad de estas fiestas se encuentran cuatro eventos: Servicio de Acción de Gracias evangélico, Te Deum ecuménico, Ópera de gala y la Parada Militar. Otra formalidad es el izamiento de la bandera chilena en todos los recintos del país, sean particulares o públicos.
Las fiestas patrias en Chile son momentos en que se olvidan las diferencias, los problemas y, por el contrario, existe una predisposición al encuentro. Cada familia aprovecha la ocasión para convocar a un asado donde, además de comer, se juega, se baila y se canta. Dentro de los juegos tradicionales se destacan el de encumbrar volantines (cometas), tirar de la cuerda, carrera de ensacados, emboque y otros más elaborados como el tiro de la rayuela o el palo encebado.
Fondas, lugar de encuentro por excelencia
Además de las fiestas particulares, mucha gente participa del ritual que significa visitar las fondas, también conocidas como ramadas: son locales comerciales que se construyen especialmente para esta ocasión, con troncos, palos y ramas de árbol, y que representan las construcciones de la época colonial. Los chilenos asisten con sus familias para comer platos típicos: empanadas de pino (carne, cebolla, huevo cocido, aceituna), asado de vacuno, cerdo y cordero, anticuchos (carne y verduras ensartadas en pinchos), choripán (pedazo de longaniza asada, servida en pan). Todo esto, claro, muy bien lubricado con vino o chicha.
Esta fecha es también la excusa para disfrutar de algunas bebidas: terremoto (bebida a base de vino pipeño2), granadina, y helado de piña, este último muy popular desde 2010, año del gran terremoto en la zona central. En las fondas también se aprovecha a bailar la tradicional cueca, que, en sus versiones urbanas (cueca chora, cueca brava y cueca porteña), ha recuperado un lugar que por años había ocupado la cumbia colombiana y las rancheras mexicanas.
Las fondas se levantan en zonas especialmente preparadas para recibir una gran cantidad de personas. Son conocidas las localidades de Alejo Barrio, en Valparaíso; Parque O’Higgins y Parque Intercomunal, en Santiago; el Sporting Club, en Viña del Mar; y, de especial importancia, La Pampilla, en Coquimbo.
La Pampilla, la fiesta más multitudinaria de Chile
Las Fiestas Patrias en La Pampilla, Coquimbo, son una experiencia única en su tipo. Es la celebración más multitudinaria de nuestro país, una tradición que data del año 1823. La historia cuenta que, por la distancia que había entre Coquimbo y Santiago para 1810, la noticia de la Primera Junta Nacional de Gobierno llegó dos días después. Es por esto que el 20 de septiembre es, en la actualidad, un feriado reconocido por la tradición de la Región de Coquimbo y día de cierre oficial de las Fiestas Patrias en La Pampilla.
La Pampilla es una explanada de más de 2 millones de metros cuadrados que está ubicada al sur de la ciudad de Coquimbo. Las actividades se inician desde el comienzo de las celebraciones de las Fiestas Patrias hasta el día 20 de septiembre. Allí se instalan más de 100 mil personas; algunos en carpas, otros en casas rodantes o en las hospederías cercanas, para disfrutar de las fondas instaladas y de los espectáculos que se realizan en el lugar. Generalmente corresponden a cinco o seis días de festejos continuos, animados por varios escenarios con espectáculos variados.
Las Fiestas Patrias en Chile son más que un simple feriado. Son un momento de gran importancia cultural e histórica, donde el país entero se une para conmemorar su Independencia y rendir homenaje a su identidad nacional. El 18 y 19 de septiembre no sólo conmemoran eventos importantes en la historia del país, sino que también son una oportunidad para que los chilenos celebren su cultura, tradiciones y la unidad como nación, superando diferencias culturales, religiosas, políticas y sociales •
1. Dependiendo de si el 18 de septiembre cae fin de semana, se extienden las celebraciones por un día hábil. En cambio, si cae entre semana, dependiendo del día, puede decretarse feriado el 17 o el 20, de tal forma de asegurar entre tres y cinco días de fiesta.
2. Vino blanco levemente dulce, de proceso artesanal y sin distinción de la cepa o lugar de procedencia.