Aprender y servir – Poner al servicio los conocimientos propios para donarse a los demás. Eso hacen los jóvenes universitarios de la ciudad argentina de Rosario a través del proyecto Manos a la Obra. Una experiencia de trabajo en territorio.

Por Ignacio Conca (Argentina)

Rosario tiene buenas noticias. La ciudad cuenta con un grupo de jóvenes trabajando por una sociedad más inclusiva, comprometida y unida. Se trata de Manos a la Obra, un proyecto impulsado por la Pastoral Universitaria de Rosario, que nació originariamente en la provincia de Mendoza y luego fue expandiendo su alcance.

Llevan adelante diversas iniciativas y los universitarios (también participan egresados) se reparten en cada una de ellas en función de lo que estudiaron, para brindar herramientas que ayuden a enfrentar las problemáticas presentes en los barrios donde trabajan. El objetivo es mejorar la calidad de vida de las personas.

Las iniciativas de Manos a la Obra se llevan a cabo durante cinco días de enero, pero antes de esa implementación hay un trabajo de seguimiento que hacen durante meses. En diálogo con Ciudad Nueva, Leandro Cuevas y Victoria Gallardo, coordinadores generales del proyecto, cuentan sobre las actividades que realizan.

¿Cómo surgió Manos a la Obra?

-El proyecto nace en el año 2006 en la provincia de Mendoza, Argentina, a partir de una iniciativa de la Pastoral Universitaria de Mendoza (PUM). Jóvenes de esta pastoral se animaron a soñar en grande, a buscar alternativas y aportes concretos a nuestra realidad. No eran muchos los jóvenes, tampoco los recursos y herramientas. Pero poseían un don: la fe. También una certeza: la fe tiene que irradiarse. Muchos eran universitarios y sabían que la posibilidad de estudiar conlleva una responsabilidad. Todas estas realidades, más la segura inspiración de Dios, movilizó la idea de hacer un proyecto solidario. Fue así como nació el proyecto Manos a la Obra.

¿Cómo es la metodología de trabajo en el territorio?

-El desarrollo del proyecto Manos a la Obra, intentando ser parte del diálogo fe-cultura y fe-razón, ha implicado también la búsqueda de una metodología y un sustento teórico desde lo académico y científico. Con esta intención nos acercamos hace ya varios años a la metodología educativa aprendizaje y servicio (un tipo de pedagogía impulsada por la organización CLAYSS) para tomar este marco teórico-metodológico con las necesarias adaptaciones. Esto se logra gracias a la creación de proyectos (según las orientaciones académicas de los estudiantes) para aplicar en los barrios durante el mes de enero. Además, se realizan las visitas de diagnóstico en los meses previos para poder indagar la situación de cada barrio particular.

¿En cuántos barrios se está trabajando actualmente?

-Durante 2023 se trabajó en tres barrios de la ciudad de Cañada de Gómez, a 70 kilómetros de Rosario: San José, La Usina y 2 de Abril. Continuaremos en 2024 y 2025 también allí. Cada barrio cuenta con un grupo de coordinadores y estudiantes dedicados a realizar esas visitas de diagnóstico, una vez al mes, desde agosto hasta septiembre. También se hacen visitas durante la implementación del Manos a la Obra, que ocurre en la última semana de enero.

¿Cómo es la integración con los vecinos?

-El primer año de cada edición es complejo porque los vecinos del barrio no nos conocen muy bien y no llegan a familiarizarse con el proyecto. Pero con el paso de los meses, y las repetidas visitas, encontramos un gran sentido de pertenencia en cada lugar. Ellos nos reciben en sus hogares, nos esperan con música o comida, abren conversaciones con nosotros y dedican parte de su día a ayudarnos a preparar los proyectos o sencillamente a servirnos un mate. Estas demostraciones de cariño son las que nos impulsan a seguir trabajando en conjunto por y para el barrio.

¿Qué es lo que hace que cada año muchos jóvenes quieran participar de esta iniciativa?

-Creemos que es una pregunta personal y que probablemente varíe de acuerdo a cada integrante de este proyecto, pero sin lugar a dudas Manos a la Obra es el lugar donde sentimos que podemos hacer algo por los demás, quizás sencillo, pero muy significativo para uno. Es el lugar donde uno se puede encontrar a sí mismo y descubrir su verdadera vocación; donde se puede dar y prestar al hermano, y recibir más de lo que brinda. Demostramos de manera activa que la juventud puede hacer mucho más de lo que se cree. Nos involucramos para ser ejemplo ante la sociedad.

¿Cuáles son los desafíos para la edición 2024?

-El desafío para esta edición es crear proyectos que involucren a los vecinos, ya sea en la propuesta como en la ejecución, para que sea significativo para ellos y para el barrio.

¿Qué significa para Manos a la Obra haber recibido el premio Solidarity?

-Fue una gran bendición haber recibido el premio, un orgullo enorme. Sentimos que fue un muy lindo reconocimiento a las obras que hicimos con tanto amor desde hace varios años en Rosario. Gracias al premio pudimos presentar parte de nuestro trabajo tanto en Argentina como en Italia y de esa manera recibir donaciones que nos facilitarán el trabajo para próximas ediciones.

¿Consideran que Manos a la Obra puede ser una usina de esperanza teniendo en cuenta el contexto social actual?

-Sin dudas. Sentimos que Manos a la Obra es un modelo ejemplar por el modo de vida que propone. Tiene como misión anunciar el Evangelio en el ámbito educativo superior y en las comunidades de trabajo; ofrece el trabajo en servicio y la humildad como herramientas de vida; tiene como visión una sociedad equitativa con igualdad de oportunidades; estimula la reflexión y la vida con valores (como el compromiso, la responsabilidad, la caridad, la calidad del trabajo y el amor). El proyecto genera aprendizajes, servicio solidario y experiencia comunitaria eclesial. Manos a la Obra enseña a servir siempre sonriendo, pero con el compromiso de ser el presente y el futuro que quiera cambiar el hoy, para que no existan hermanos en Cristo que sufran día a día.

¿Quién puede participar?

-Todos aquellos que hayan terminado la escuela secundaria y estén estudiando alguna carrera. También pueden participar jóvenes profesionales que, aunque ya estén recibidos, quieran seguir aportando desde su carrera.

¿Cuál es el lema para este año?

-El lema de Manos a la Obra 2024 es “Con amor y servicio marcamos la diferencia”. Nos pone muy contentos este lema porque participó todo el equipo coordinador para la propuesta y redacción. Además, contamos con el asesoramiento del Padre Pablo Lazarte, que nos ayudó a pensar en un lema que englobe nuestro objetivo y misión. Las dos palabras clave este año fueron amor y servicio. El amor en primer lugar, siempre. Porque para ponerme a trabajar por y para el otro necesito amarlo, y también amar a Cristo. Y, en segundo lugar, el servicio, como actividad que humildemente nos dispone a poner al hermano necesitado como prioridad •

Manos a la Obra para lograr un mundo más justo
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