Fue canonizada el 11 de febrero – María Antonia de Paz y Figueroa, conocida popularmente como Mama Antula, fue canonizada por Francisco. “Esta canonización hará mucho bien al pueblo argentino”, dijo el Papa.

Por Redacción Ciudad Nueva

En Santiago del Estero, un santuario en su honor permanece abierto todos los días para quien desee visitarlo. En Tucumán, una parroquia alberga una imagen de ella, y ya hay planos para diseñar una plaza para niños en su nombre. En Buenos Aires, un pequeño altar con una escultura suya de 40 centímetros se erige como espacio de adoración y contemplación. En Jujuy, en la Catedral del Santísimo Salvador se guardan restos de sus huesos. Estos son solo algunos de los puntos en algunas de las provincias argentinas en que se puede encontrar a María Antonia de Paz y Figueroa, más conocida como Mama Antula, que tras su canonización se convirtió en la primera Santa de Argentina.

A principios de febrero, y frente a una Plaza San Pedro colmada de compatriotas, el papa Francisco celebró su santificación: “En honor de la Santa e individua Trinidad, para la exaltación de la fe católica y el incremento de la vida cristiana, con la autoridad de nuestro señor Jesucristo, de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo y Nuestra, después de haber reflexionado largamente, invocado muchas veces la ayuda divina y escuchando el parecer de numerosos hermanos en el Episcopado, declaramos y definimos Santa la beata María Antonia de San José de Paz y Figueroa y la inscribimos en el Catálogo de los Santos, estableciendo que en toda la Iglesia sea honrada devotamente entre los santos”.

Nacida en Villa Silípica, Santiago del Estero, en 1730, Mama Antula fue una laica consagrada que dedicó su vida a la evangelización y al servicio de los más necesitados. Desde pequeña, María Antonia se sintió llamada por Dios. En una época en que las opciones para las mujeres eran limitadas, ella decidió dedicar su vida a la evangelización. Se unió a la Tercera Orden Franciscana y comenzó a realizar obras de caridad, como visitar a los enfermos y pobres.

Su espíritu inquieto la llevó a fundar, en 1774, la Casa de Ejercicios, un espacio donde las mujeres podían realizar retiros espirituales. En 1783, con la autorización del obispo, dio un paso más y fundó la Congregación de las Hijas del Divino Salvador. Esta congregación se dedicaba a la educación de niñas y mujeres, especialmente de las clases más pobres, brindándoles la oportunidad de acceder a una educación integral. Con el tiempo, el cariño maternal hacia las personas que la rodeaban transformó el nombre de María Antonia de Paz en Mama Antula. Dirigió la congregación durante 16 años, hasta su muerte en 1799.

Sus milagros

La Iglesia Católica reconoció dos milagros realizados por Mama Antula, hechos fundamentales para su beatificación y posterior canonización. El primero ocurrió en 1905 y fue la curación de la hermana Vanina Rosa, cuyo grave estado de salud había llevado a los médicos a desistir en la esperanza de salvarla. Las hermanas de su congregación recurrieron a la intercesión de Mama Antula y Rosa experimentó una mejora inexplicable que no requirió de intervención médica.

El segundo fue en 2017. Claudio Daniel Perusini había sufrido un ACV que lo dejó en coma por las fuertes lesiones cerebrales. Su familia, devota de Mama Antula, rezó por su intercesión. Sin explicación médica, el paciente comenzó a mostrar mejoras, tanto de su conciencia como de las funciones motoras. Para la Iglesia se trató de un milagro y fue el que permitió que la beata fuera santificada •

Mama Antula, la primera Santa argentina
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