Editorial

Para muchos es el momento esperado. Sobre todo, si se trata de meses previos que han sido difíciles, intensos con objetivos cumplidos o aún postergados. Sea por el trabajo, el estudio, las obligaciones cotidianas, o mismo la coyuntura política, económica y social de cada lugar, que cada uno vive de manera diferente, la necesidad de detenernos y descansar se hace presente en los meses de verano.

Después de un diciembre en el que la inercia nos lleva, tantas veces sin darnos cuenta, a terminar el año corriendo de aquí para allá intentando cerrar asuntos pendientes como si no hubiera otras oportunidades, nos sumergimos en una instancia en la que precisamente deseamos y buscamos que el tiempo no rija nuestra vida.

Quienes tienen la chance de hacer un impasse en la rutina encuentran la ocasión para tomar distancia de relojes, alarmas, celulares para acercarse más al combustible necesario para encarar lo que vendrá.

Cada uno sabe dónde recargar energía. Será la familia, estar en casa, viajar, jugar, disfrutar de una buena película, un libro, el aire libre, el ejercicio… Es el momento de acercarnos a quienes nos hacen bien, a lo que nos fortalece.

Momento de mirar con mayor atención a los ojos de quienes nos rodean y darnos cuenta que siempre estuvieron allí, aunque el fragor de las luchas cotidianas a veces nos haga poner la mirada en otro lugar.

Momento de escuchar, en profundidad, palabras que nos llenan el alma, sonidos de la naturaleza que se asimilan a un complemente vitamínico inigualable.

Momento de sentir el palpitar del corazón, con un abrazo, una caricia o generando encuentros que nos acercan al corazón de otros.

La intención de Ciudad Nueva es que puedan encontrar en estas páginas algunas pistas sobre diferentes posibilidades que se abren en estos tiempos de mayor relax. No obstante, las mejores propuestas son las que a cada uno le surgen desde su interior, en el contexto en que cada uno se encuentra y con las personas que elija compartir.

El deseo es que sea un momento que quede guardado en el alma, con un profundo enriquecimiento personal y con aquellos que tenemos cerca.

¡Feliz año y felices vacaciones!

Momento de frenar
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