Atractivos de un carisma
Por Sonia Vargas Andrade (Bolivia)
l ser humano tiene siempre un horizonte desde donde ve la realidad. En todo momento miramos el mundo que nos rodea desde un punto vista. Aquí les presentamos un texto de Chiara, denso de significado y paradójico por su título: “Si tu ojo es simple”. El texto tiene el perfume de sus escritos del Paraíso del 49. Ese “ojo simple” de su experiencia mística es la mirada que va a permanecer en toda la vida de Lubich. El texto tiene también el sabor de su escrito “La Resurrección de Roma”1. La propuesta es simple y compleja a la vez. Se trata de mirar la realidad con los ojos de Dios y dejarnos sorprender, interpelar, sacudir por ella y reaccionar desde el amor.
En todos los prójimos que encuentras durante el día –del alba a la noche–, procura ver a Jesús.
Si tus ojos están limpios, quien mira a través de ellos es Dios. Y Dios es Amor, y el amor quiere unir conquistando. ¡Cuántos –engañándose– miran a las criaturas y a las cosas para poseerlas! Y su mirada es egoísmo o envidia o, de cualquier modo, pecado. O miran dentro de sí mismos para poseerse, para poseer su alma, y su mirada está apagada, porque está aburrida o turbada.
El alma, porque es imagen de Dios, es amor; y el amor replegado sobre sí mismo es como la llama que, si no es alimentada, se apaga. Mira fuera de ti: no a ti, no a las cosas, no a las criaturas: mira al Dios fuera de ti para unirte con Él. Él está en el fondo de toda alma que vive, y, si el alma está muerta, es el sagrario de un Dios que espera, para alegría y expresión de la propia existencia. Mira, entonces, a cada hermano amando, y amar es donar.
Pero un don reclama otro don y serás, a tu vez, amado. Así, el amor es amar y ser amado: como en la Trinidad. Y Dios en ti arrebatará los corazones, y encenderá la Trinidad que quizá descansa en ellos, por la gracia, pero está apagada.
En una habitación, aunque haya corriente eléctrica, no enciendes la luz hasta que no provocas el contacto de los polos. Así es la vida de Dios en nosotros: se pone en circulación para irradiarla y dar testimonio de Cristo: el uno que une el Cielo con la tierra, hermano con hermano.
Mira por lo tanto a cada hermano donándote a él para donarte a Jesús, y Jesús se donará a ti. Es ley de amor: “Den, y se les dará” (Lc 6,38).
Déjate poseer por él –por amor a Jesús–, déjate “comer” por él –como otra Eucaristía–; ponte completamente al servicio de él, que es servicio a Dios, y el hermano vendrá a ti y te amará. Y en el amor fraterno está el cumplimiento de todo deseo de Dios, que es mandato: “Les doy un mandamiento nuevo: ámense los unos a los otros.” (Jn 13, 34)2.
1. Ver en: “Perlas de Chiara”, Ciudad Nueva revista, Año 2, N°4, 34.
2. Chiara Lubich, Doctrina Espiritual, Ciudad Nueva, Argentina 2005, 116-117.
Chiara,estuve leyendo de tu interpretación «Tu ojo es simple»y te digo,porque se que vos estás,más viva que antes,es extraordinaria,te pido que me ilumina desde el Cielo,para recordar,cada palabra,que nos da en tus mensajes,y me ilumina para aplicarlos en la Vida diaria,Te Quiero,te Amo con toda con toda mi,Alma,Gracias