Atractivos de un carisma

Por Sonia Vargas Andrade (Bolivia)

Nos encontramos frente a un texto que hace parte del corpus de las denominadas “cartitas de los primeros tiempos”. Más allá del lenguaje tradicional que utiliza la autora, los invito a centrarnos en la novedad que presenta la carta1 que reproducimos en esta oportunidad. Se acerca la Pascua y Chiara propone hacer la experiencia de resucitar junto con Jesús a una vida nueva. ¿Qué significa esta vida nueva? La claridad de las primicias de su carisma abruma. Para Lubich, la novedad está centrada en una cualidad primordial del Amor: la relacionalidad. Ella ha descubierto el Amor “personalizado” que Dios tiene por cada uno de nosotros, es un amor infinito, un amor que da sentido a nuestra mismidad, a nuestro yo más profundo. Es un Amor infinito que espera una respuesta, quizá pobre y pequeña, pero de Amor de parte de nosotros. Porque todo es donación de Amor, todo es Amor que va y viene.

Hermanita mía en san Francisco:

Acabo de leer esto: Santa Matilde2 vio al Señor abrir la Llaga de su dulcísimo Corazón y decirle: «Admira la extensión de mi Corazón para conocerlo bien; en ninguna parte podrás encontrar Amor más claro que en las palabras del Evangelio, porque nunca se han encontrado otras que expresen un Amor más fuerte y más tierno. “Como el Padre me amó a mí, así os amo yo a vosotros”». Quizá no siempre consideres que eres una criatura muy valiosa: objeto del amor de Dios. Él te amaba desde antes de que nacieras, y pronto volverás a Él. El tiempo es un vuelo y un Tránsito velocísimo. Se acerca la Resurrección. Cuántas cosas quisiera desearte mi corazón, consciente de tu Valor. No hay oro ni universo entero que pueda pagar tu alma, comprada con la Sangre de un Dios. Pero sí puedo resumir en pocas palabras lo que quisiera decirte, escucha: Resucita a una vida novísima y cree que Dios te ama. Te aseguro la plenitud del gozo en esta tierra y que tu vida será un aleluya continuo. Toda alegría verdadera es fruto de las únicas dos flores que pueden florecer en el jardín de tu alma: El deseo fuerte de ser amada y de amar. Tu pequeño corazón es un misterio del Amor de Dios. Canta sólo cuando un Amor Infinito lo ama y cuando puede amar a un Amor Infinito. El Amor infinito te ama. Créelo. Si tú amas al Amor infinito que es Dios, no lo sé; lo espero y te lo deseo para tu felicidad. Pasa en esta nueva Pascua a una continua donación de amor. Que todo lo que te deseo se haga realidad.

[1] Lubich C., El primer amor, cartas de los inicios (1943-1949), Ciudad Nueva, Madrid, 2011.

[2] Santa Matilde de Hackeborn (1241-1299), monja benedictina y mística que tuvo revelaciones sobre el amor de Jesús y sobre su Sagrado Corazón.

Todo es cuestión de Amor
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