Editorial
Humildad, sencillez, cercanía, humor, servicio, coraje. La lista de virtudes que describen la huella del papa Francisco en esta tierra y que hemos sentido en los días posteriores a su partida a la casa del Padre es interminable. Envueltos aún en la conmoción provocada por esta pérdida, no sólo el Pueblo de Dios es quien rinde homenaje. Empezando por los más vulnerables y desvalidos, predilectos a lo largo de toda la vida de Jorge Mario Bergoglio, en todos reina una certeza: Francisco demostró que se puede ser “pastor con olor a oveja”.
Desde aquel 13 de marzo de 2013 y su elección del nombre del santo de Asís, con el que ya daba señales de la impronta que tendría su pontificado, Francisco abrió las puertas de una Iglesia para todos, “pobre y para los pobres”. Pregonó ese mensaje hasta último momento, despojándose incluso de los grandes ritos a la hora de su despedida final y pidiendo ser llevado a su querida basílica de Santa María la Mayor, siendo el primer Papa en tener su eterno descanso fuera del Vaticano.
Esa apertura de Francisco se evidenció en el diálogo con las diferentes iglesias cristianas, con las otras religiones, con los no creyentes e incluso con sus más acérrimos detractores. Sin lugar a dudas se ha convertido en un verdadero líder mundial más allá de los católicos, con una voz potente que puso en primer lugar a los más desfavorecidos y al cuidado de la Casa Común. De hecho, sus palabras resonaron con fuerza en el Congreso de los Estados Unidos en 2015, siendo el primer pontífice en hablar en el Capitolio.
Viene al recuerdo la entrevista que el Dr. Bernardo Kliksberg brindó a Ciudad Nueva Radio en aquella oportunidad. El reconocido referente internacional, fundador de una nueva disciplina como es la Gerencia Social y pionero de la “Ética para el Desarrollo”, el Capital Social y la Responsabilidad Social Empresarial, comentó desde Estados Unidos: “Estoy lleno de emoción por lo que el Papa está haciendo en estas tierras en estos momentos. Como lo denominaron muchos medios aquí, está demostrando ser el Papa de la gente. Muchos senadores después de escucharlo aseguraron que no es el Papa de los católicos, es el Papa del género humano. El New York Times decía que Francisco no sólo quiere ser el Papa de los católicos y mejorar la Iglesia, sino mejorar el mundo entero”. Y agregó: “Francisco es la mejor noticia del último siglo de la historia del género humano.”
A lo largo de estos doce años, Francisco también ha construido un estrecho y cálido vínculo con el Movimiento de los Focolares, primero con la entonces presidenta María Voce y luego con su sucesora, Margaret Karram. Precisamente la actual responsable de la Obra de María expresó tras la partida del Papa: “Junto a toda la Iglesia lo devolvemos a Dios, llenos de gratitud por el extraordinario ejemplo y don de amor que ha sido para cada persona y pueblo. (…) El Santo Padre ha sido un pastor cercano y cariñoso también para el Movimiento de los Focolares: siempre nos ha acogido y guiado para testimoniar el Evangelio con valentía y radicalidad”. Y destacó sus palabras a la Asamblea General del Movimiento de los Focolares, en 2021: “Permanezcan siempre a la escucha del grito de abandono de Cristo en la cruz, que manifiesta la más alta medida de amor. La gracia que brota de él es capaz de suscitar en nosotros, débiles y pecadores, respuestas generosas y a veces heroicas; es capaz de transformar el sufrimiento e incluso la tragedia en fuente de luz y de esperanza para la humanidad”.
Y si nos referimos a irradiar luz, bueno es retomar la frase que el mismo Kliksberg eligió en aquella entrevista para graficar las intervenciones de Francisco: “Más vale encender una vela, una luz, que maldecir a la oscuridad. Eso es lo que está haciendo Francisco todos los días cuando habla”.
Nos toca a nosotros, como ese Pueblo de Dios que tanto amó Francisco, mantener esa luz encendida •
1. https://ciudadnueva.com.ar/francisco-la-mejor-noticia-del-ultimo-siglo/
2. https://ciudadnueva.com.ar/gracias-papa-francisco/




hermosa reseña de la impronta de Francisco.