Neuronas espejo – Las neuronas espejo también son importantes para el aprendizaje por imitación y nos hacen comprender de forma inmediata y sencilla las intenciones que hay detrás de las acciones de otras personas.

Por Ornella Valenti (Austria)

A principios de los ‘90 el Profesor Giacomo Rizzolatti y sus colegas estaban estudiando cómo las diminutas células de nuestro cerebro, las neuronas, orquestan la actividad de los músculos. Las neuronas envían señales eléctricas a otras células dentro del cerebro o a los músculos de la periferia. Estas señales pueden considerarse como “palabras” que las neuronas pronuncian para comunicar información, y pueden ser detectadas por cables metálicos. El experimento del grupo de Rizzolatti fue bastante sencillo: insertaron cables en el cerebro de monos macacos y registraron las señales emitidas por las neuronas de la corteza premotora mientras agarraban algo. Su objetivo era resaltar el papel de esta región del cerebro en el control de los movimientos finos.

Al principio, todo salió como se esperaba: los monos agarraron maníes y, simultáneamente, los científicos detectaron un aumento en las señales emitidas por las neuronas de la corteza premotora. Pero estaban lejos de imaginar que el resultado de su descubrimiento cambiaría para siempre nuestras ideas sobre el sistema motor y sus funciones. De hecho, un día, durante un descanso, un investigador recogió maní para recargar la máquina para la entrega de alimentos. Para su gran sorpresa, ¡comenzaron a activarse las mismas neuronas que se activaron previamente durante los movimientos del mono! Rizzolatti y su equipo pensaron que algo había salido mal… ¿Cómo era posible que las neuronas motoras estuvieran activas y emitiendo señales mientras el mono estaba tranquilo y quieto? Comenzaron a revisar posibles problemas, pero todo el equipo funcionaba correctamente. Solo quedaba una explicación: las neuronas que registraron se activaron no solo durante un acto motor, sino también cuando los monos observaron a otro sujeto realizando exactamente el mismo movimiento. ¡Habían descubierto las neuronas espejo! Años más tarde, durante una entrevista, Rizzolatti explicó la importancia de sus hallazgos al decir que “descubrieron cómo ponerse en el lugar de los demás”.

A pesar de que quedan muchas preguntas abiertas, décadas de investigación han contribuido a una mayor comprensión de la función de estas neuronas. Para simplificar, pensamos en las áreas del cerebro como cajas: unas neuronas están involucradas en el movimiento, otras en la recompensa, otras en la memoria y el aprendizaje… pero no es tan simple como eso. Cada área del cerebro está estrictamente conectada con otras y funciona en un modo “cooperativo”. Las neuronas espejo son un ejemplo perfecto de este concepto. ¡Estas neuronas nos ayudan a conectarnos con los demás de una forma muy sencilla! Forman un sistema que se ha sugerido como un “biomarcador” o un correlato neuronal del comportamiento social, y que se correlaciona también con la tendencia a socializar, a ser empáticos y a comunicarse incluso a través del lenguaje.

De hecho, Theodore Lipps teorizó que la imitación interna de las acciones de los demás tiene un papel fundamental en la generación de empatía (Einfühlung), y que el mecanismo de imitación interna es coherente con la actividad de las neuronas espejo.

Las neuronas espejo también son importantes para el aprendizaje por imitación y nos hacen comprender de forma inmediata y sencilla las intenciones que hay detrás de las acciones de otras personas. ¡Pero hay una cosa que me parece intrigante! Mientras que, por un lado, las neuronas espejo están involucradas en el procesamiento de la empatía, por otro lado, también nos permiten distinguir entre el “yo” y el “no-yo”. En otras palabras, la empatía, al menos con respecto a la función de las neuronas espejo, no altera ni aniquila nuestra autoconciencia y personalidad •

*La autora trabaja como profesora asociada en el departamento de Neurofisiología y Neurofarmacología de la Universidad Médica de Viena.

*El artículo fue publicado originalmente en el blog internacional de ciencia Wonderverse (www.wonderverse.home.blog)

Un posible biomarcador de la empatía
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